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24 de abril de 2024

Mariupolis 2 es la obra póstuma del director lituano Mantas Kvedaravicius

Mariupolis 2 es la obra póstuma del director lituano Mantas KvedaraviciusFestival de Cannes

Cine

Cannes recuerda al director lituano muerto en la guerra de Ucrania

El realizador Mantas Kvedaravicius falleció víctima de la guerra mientras filmaba Mariúpolis 2

La guerra, la verdadera guerra, la que se libra actualmente en Ucrania, se insinuó en el medio del glamour del 75º Festival de Cannes, con su escalinata y la alfombra roja, los suntuosos vestidos y los rostros más famosos del cine captados por cientos de fotógrafos de todo el mundo, en un filme de un director lituano que pagó con su vida el haber tratado de documentar esa guerra.
Mariupolis 2, de Mantas Kvedaravicius, seleccionado en extremis para la sección fuera de concurso Cannes Premiere, no es un documental sino más bien un material de trabajo que el director pensaba utilizar para un filme que, en sus propias palabras, hubiera debido centrarse en «cómo el espacio y la política interaccionan con los seres humanos que se ven obligados a convivir con ellos».
Kvedaravicius no es un corresponsal de guerra que busca hallarse donde está la acción, mostrando toda la crueldad y la violencia sino un cineasta que busca retratar la vida cotidiana en un contexto difícil donde la muerte puede caer en un instante.
Nadie sabrá nunca cuál era el documental que el director tenía en su cabeza porque lo que se ve en el filme es el día a día, la vida diaria de los habitantes, refugiados en una iglesia, compartiendo la comida y las oraciones, gozándose del sol de una fría mañana de invierno (estamos en marzo cuando no ha pasado un mes desde la invasión) y paseando por las ruinas de la ciudad.
Se ve a un perro espantar a las palomas que se niegan a huir de la ciudad bombardeada, integrar en la sopa común los restos de un plato sin terminar o visitar la propia casa bombardeada y descubrir los cadáveres de las cotorras que criaba. Nada más. No hay dramaturgia pero hay verdad. No hay discusiones políticas, solo el deseo de sobrevivir y dar gracias al Señor por una noche tranquila, sin muertos ni heridos, por el sol de un nuevo día.
Mantas Kvedaravicius murió el 2 de abril mientras trataba de escapar de la ciudad, ya invadida por las tropas rusas. Su novia y ayudante logró salir con todo el material y montarlo en Lituania con la ayuda de la compaginadora habitual del director.
La inclusión del filme fue tan tardía que ni siquiera alcanzó a entrar en el catálogo oficial del festival. Paz a su memoria.
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