Comienza la demolición de las torres Nakagin, los edificios de diminutas casas-lavadora Las Nakagin son dos torres de hormigón conectadas entre sí, de trece y once pisos con 140 cápsulas autónomas para pequeños solteros Ricardo Franco Madrid 04/05/2022 Actualizada 04:27 Facebook Twitter Whatsapp Whatsapp Enviar por Email La próxima demolición de las torres Nakagin (Tokio) está atrayendo las miradas de los curiosos, que hacen fotos con sus móviles a la extraña edificación para tener un recuerdo antes de que desaparezcan del todo. A pesar del deterioro de la infraestructura, los japoneses no se acostumbran a que uno de sus edificios más emblemáticos sea derruido para siempre. Los vecinos reconocen la pena de ver cómo las torres serán demolidas, y desaparecerán del paisaje urbano de la ciudad. Pero el interior de los edificios sufrían un deterioro preocupante y su rehabilitación suponía un precio estratosférico. La edificación está conformada por dos torres de hormigón conectadas entre sí: una de trece pisos y la otra de once, con 140 cápsulas autónomas de acero inoxidable de 2,3x3,8x2,1 (18,4 metros cúbicos), conectadas a la estructura con cuatro tornillos, y pensadas para combinarse, creando espacios más grandes, según la idea de su arquitecto, el metabolista Kisho Karakawa.. El movimiento metabolista fue una corriente arquitectónica fundada en 1959 bajo la guía de Kenzo Tange, que trataba de dar una solución inmobiliaria al problema de la masificación en la gran ciudad. Algunos de sus proyectos más conocidos son la ciudad flotante de Unabara, la ciudad torre de Kiyonori Kikutake o la ciudad Heliz de Kisho Kurokawa. El ideal del metabolismo buscaba la síntesis entre espacios públicos y privados con la idea dominante de la impermanencia de las cosas, típicamente japonesa. En abril de 2007, los residentes denunciaron condiciones miserables y el deterioro existente en las estructuras, y votaron demoler el edificio y sustituirlo por una torre más moderna. En un intento por preservar el diseño, Kisho Kurokawa propuso aprovechar el diseño y sustituir las cápsulas, en un claro ejemplo de mentalidad arquitectónica metabolista, en la que el dinamismo y el cambio se imponen en la naturaleza. Pero el precio de este cambio era altísimo. La propuesta de Kurukawa fue apoyada por las principales asociaciones de arquitectura de Japón, incluido el Instituto Japonés de Arquitectos. Pero la crisis económica de 2008, que golpeó especialmente a Japón, impidió acometer la inversión necesaria para rehabilitar el edificio, que supondrá una gran pérdida artística para la ciudad En 2012, seguían usándose 30 de las 140 estancias como apartamento, mientras que las otras se usaban como almacén u oficinas, que ya estaban abandonadas y en avanzado estado de deterioro. La humedad era evidente, las ventanas no podían abrirse y los veranos hacían insoportable la vida en el interior. Sin embargo, todavía se podía ver por Airbnb la posibilidad de alquilar alguna casa por unos 50.000 yenes (400 euros aproximadamente). Todos los apartamentos eran idénticos. A un lado, los electrodomésticos (nevera, cocina, televisor y cadena de música) y algún armario empotrado; al otro, un pequeño cuarto de baño, parecido al de los aviones, todo fácilmente cambiable según la filosofía de karakawa, que concebía la sociedad como un proceso vital, un desarrollo continuo del átomo a la nebulosa, y el metabolismo arquitectónico debía ser el paradigma de esta vitalidad humana. Los habitáculos se idearon como módulos para cubrir las necesidades básicas y a un precio económico; serían construidos en fábrica y transportados al emplazamiento para ser acoplados y reemplazados fácilmente, según este dinamismo metabolista. El problema es que, dado el carísimo precio de la zona de Ginza, casi todas las plazas fueron adquiridas por empresas, que convirtieron a los edificios en oficinas impersonales. Con la demolición, comenzada hace escasos días, algunos museos van a adquirir varias de estas cápsulas de apenas 10 metros cuadrados. Incluso la arquitecta Akiko Ishimaru, en un ejemplo de mentalidad metabolista, reciclará una de ellas para convertirla en una caravana. El resto de las 140 cápsulas serán demolidas y las torres Nagakin desparecerán de su entorno. Comentarios Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus.
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