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Robert de Niro y Martin Scorsese en el Festival de Cannes el pasado 21 de mayoGTRES

Dylan, De Niro, Scorsese, Murakami... los artistas ancianos siguen de moda

De moda y en activo y sin visos de retirada a pesar de ser ya, en su mayoría, octogenarios (y más allá) que en otros tiempos ya llevarían incluso décadas retirados

Con 74 años y buena salud, como Haruki Murakami, el escritor galardonado con el Princesa de Asturias de las Letras 2023, un hombre (y una mujer) artista puede seguir desempeñándose con la brillantez del principio, incluso superior, o con otros matices. Quien dice 74 puede decir los casi 80 de Robert de Niro, que sigue haciendo películas con su amigo Martin Scorsese, camino de los 81, como si estuvieran retratando las Malas Calles neoyorquinas de 1973.
Bodas de oro artísticas para actor y director míticos (de casi paseo juvenil por Cannes), que no muestran ninguna apariencia de que vayan a parar. Si El Irlandés, la penúltima colaboración entre ambos, de 2019, alcanzaba los 209 minutos, la última, Killers of the Flower Moon, de 2023, también llega a las tres horas y media. Ancianos en pruebas de fondo, casi como una paradoja, y además copando las portadas de las revistas. Apenas hay nada más moderno y famoso en el cine que la última película de Scorsese y De Niro (y DiCaprio), dos abuelos de moda.
Abuelos con permiso del bisabuelo Clint Eastwood, de 92, cuya último filme, Cry Macho, es de solo hace dos años. El antiguo Harry el Sucio ha hecho siete películas desde que cumplió los 80, un dato que puede que sea un récord, incluso superior al de la carrera entera de muchos directores en solo una década de gloriosa senectud. Dylan, Bob, que está a punto de llegar a España a las Noches del Botánico, acaba de cumplir los 82 y aunque la voz, que nunca fue su fuerte, ya no es ni una sombra de lo que fue, sigue recorriendo una carretera que no parece tener fin.
El camino que solo parece poder acabar con la muerte, como la del Rolling Charlie Watts, que casi murió tocando la batería, mientras sus compañeros siguen de gira infinita a los 80. Igual que Paul McCartney y Ringo Starr (este último en grado menor), quienes van para 81 y 83, respectivamente, sin soltar los instrumentos. Y una cosa es el instrumento material y otra el vocal, mucho más difícil de mantener. A Dylan se le averió, como a Sabina (de 74, su amigo Serrat ya lo dejó sin cumplir los 80), lo cual es menos importante y no fundamental para continuar con la vida de siempre, ofreciendo lo mismo de siempre, aunque no sea lo mismo, pero dé igual.
Por el timbre de Mick Jagger y el de Paul McCartney no parecen haber pasado las decenas de años de conciertos y grabaciones, aunque para voz irrompible, como guardada en una bodega, la de Plácido Domingo, que con 82 (como Tom Jones) es posible que no dé los cinco do de pecho de La Hija del Regimiento o el del llamado «Monte Everest» de los tenores del Guillermo Tell de Rossini, pero sí emociona a los teatros del mundo con su poder casi intacto a la edad en que las facultades físicas ya han, por lo general, decaído para siempre, menos para los increíbles artistas ancianos que siguen de moda, como el pintor Antonio López a los 87 o el poeta Rafael Cadenas, de 93 años, reciente Premio Cervantes, cuyo último libro data de 2018: versos a los 88 incluso más emocionantes que a los 18.