
Pedro Sánchez tras su comparecencia en Ferraz
Del «siempre las mismas ratas» de Pérez-Reverte al silencio de la izquierda: la cultura ante el «caso PSOE»
De entre las reacciones en el mundo de la cultura al caso de corrupción de Santos Cerdán llama la atención el silencio entre los escritores e intelectuales de la izquierda
Que la publicación del informe de la UCO sobre los casos de corrupción protagonizados por José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García en el seno del PSOE y del Gobierno han causado un shock en la izquierda es evidente.
Un shock, se diría, no tanto por la corrupción en sí (un secreto a voces que los socialistas y sus simpatizantes trataron de tapar con una campaña sucia contra jueces y periodistas), como por el hecho de que, finalmente, la evidencia irrefutable terminara saliendo a la luz.
En el mundo de la cultura las reacciones a la corrupción de lo que ya empieza a denominarse «caso PSOE» han sido dispares, desde la indignación de los que desde el principio denunciaron la deriva autoritaria del gobierno socialista al elocuente silencio de los otrora parlanchines «representantes de la izquierda» ungidos por el sanchismo como próceres de la cultura española.
Para tomar el pulso a la reacción de unos y otros nada mejor que asomarse al altavoz de las redes sociales, en concreto a Twitter y BlueSky, esa alternativa a la red social ahora denominada X de los alineados con el sanchismo que no les gustaba que les contestaran a sus monólogos propagandísticos.
En El Debate ya comentamos la reacción de uno de los escritores más prestigiosos de la España actual, Andrés Trapiello.
El autor de Me piden que regrese denominó «farsante» y «patético» a Pedro Sánchez por su comparecencia para explicar la crisis por los casos de corrupción del PSOE y donde se limitó a pedir perdón y a quitarse toda culpa. «Si no conocía la corrupción debe dimitir. Y si la conocía, será imputado», afirmaba el escritor.
Igual de elocuente se expresaba el académico de la RAE Arturo Pérez-Reverte: «Siempre las mismas ratas», señaló brevemente en un mensaje que acompañó de un antiguo artículo de 2011 con ese mismo título, Siempre las mismas ratas, sobre la corrupción en España.
Lorenzo Silva, quien recientemente ha publicado Las fuerzas contrarias (Destino), retuiteó un mensaje del día anterior en apoyo y reconocimiento a la UCO: «Mucho se habla en estos días de la UCO. Aquí los tenéis. Hombres y mujeres, jóvenes y con alguna cana, que dan el callo en defensa de la ley y de sus conciudadanos. Miradles a los ojos. Mirad a los ojos de quienes los han convertido en blanco de sus diatribas. Y elegid».
Acompañaba ese mensaje de otro donde decía que «no sabemos lo que les debemos, el esfuerzo y el sacrificio, también personal, que a menudo les demanda su trabajo. Confío en que sientan que al final merece la pena».
En el ámbito más sanchista del ala cultural, Jordi Évole, siempre pronto a atizar al PP y a Vox, se mantuvo en un absoluto silencio en sus redes sociales, tal vez mudo al ver cómo aquella vieja columna en la que pedía que Cataluña se llenara de calles a Santos Cerdán se volvía viral en Twitter.
Lo mismo puede decirse del poeta Benjamín Prado, leal justificador de cualquier tropelía del Gobierno de Sánchez y siempre al quite para atacar a quien ose identificarse con la derecha.
No solo no dedica ni una palabra al caso Cerdán, sino que ese mismo día publicó una fotografía del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, comparándolos con Franco y Millán-Astray.
Otro habitual de los ataques a los medios de comunicación críticos con Sánchez, el expresentador de Lo + Plus y escritor, Max Pradera, sí publicó varios mensajes sobre el caso de corrupción y, de hecho, se mostró muy crítico con Sánchez aunque, al mismo tiempo, no dejó pasar la ocasión para difundir un bulo, por si cuela: «Ahora solo faltaría que fueran grabaciones falsificadas con I.A.».
En el universo lleno de posibilidades de BlueSky, el escritor siempre premiado por el sanchismo, Manuel Rivas, no dedicó ni una palabra a hablar del «caso PSOE», lo mismo puede decirse del humorista Guillermo Fesser, siempre beligerante con su habitual estilo agresivo contra la derecha: ni una palabra de Cerdán, Ábalos, Koldo…, y mucho menos de Sánchez.