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23 de abril de 2024

Una de las colografías de Belkis Ayón, cuya exposición puede visitarse en el Museo Reina Sofía

Una de las colografías de Belkis Ayón, cuya exposición puede visitarse en el Museo Reina Sofía

El Reina Sofía inaugura «Colografías», la primera retrospectiva en Europa de la cubana Belkis Ayón

La artista, que se suicidó a los 32 años, retrata en su obra la sociedad secreta Abakuá, a través de la que denuncia la censura, la intolerancia, la violencia, la impotencia y la falta de libertad de Cuba

El Museo Reina Sofía ha inaugurado la primera retrospectiva de la artista cubana Belkis Ayón (La Habana, 1967-1999) en Europa. La muestra, que podrá visitarse hasta el 18 de abril, reúne 84 obras producidas entre 1986 y 1999, que profundizan en la trayectoria de la artista. También se incluyen obras inéditas, como tres matrices que se exhiben por primera vez, y tres obras en cerámica que realizó para la Bienal de Venecia de 1993.
Se trata de una selección con la que el público podrá acceder a la corta pero intensa trayectoria de esta peculiar y talentosa artista cubana, experta en grabado. La muestra aborda su trayectoria desde sus primeras experiencias con el mito Abakuá, una sociedad secreta y de ayuda mutua afrocubana conocida también como Ñañiguismo, tema que fue con ella desde la presentación de su tesis en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, en 1988, pasando por la transición de sus grabados al blanco y negro en los años 90.
También contiene series de marcado carácter escenográfico y obras de gran formato que representan a una diversidad de personajes y conforman un complejo universo visual y simbólico que sincretiza la mitología y el ritual Abakuá con los principales elementos iconográficos de la religión católica, tema que la apasionó desde pequeña.

Una obra truncada por su suicidio

La carrera de Belkis Ayón, que siempre fue crítica con el régimen castrista, se truncó inesperadamente: la artista acabó con su vida de un disparo a los 32 años. Su obra refleja tanto su inconformismo ante la situación político-social de su pueblo como esta complejidad psicológica, que la llevaría a abandonar paulatinamente los vivos colores de sus obras para sumergirse en una «etapa oscura» que finalizaría abruptamente con su muerte.
La serie de grabados que Ayón emprendió a partir de 1997 constituye la última producción de una carrera sesgada precisamente por su suicidio en 1999. En estas obras, más tenebrosas y dramáticas que las previas, el espacio se constriñe en un círculo con un solo rostro en primer plano que introduce al espectador en un universo de conflictos internos y tremenda angustia existencial.
En sus últimos años de vida, la pintura de Belkis Ayón refleja su malestar psicológico y emocional y abandona completamente el color

En sus últimos años de vida, la pintura de Belkis Ayón refleja su malestar psicológico y emocional y abandona completamente el color

La sociedad secreta que la obsesionó

La sociedad secreta Abakuá, original de la actual Nigeria y nacida en torno a la década de 1820, fue uno de sus grandes objeto de estudio. Abakuá fue la responsable de llevar a Cuba los esclavos africanos a principios del siglo XIX; esclavos que son, de hecho, los antepasados de Belkis Ayón. Los mitos alrededor de esta sociedad se han transmitido de padres a hijos, pero sí se conoce que se trataba (y se trata, ya que sigue en activo) de una especie de hermandad muy cerrada creada por hombres en la que las mujeres no eran admitidas. Los negros, esclavos o no, ante el acoso, sólo hallaron un medio apropiado para evadir la represión: una agrupación mutualista bajo la expresión más desarrollada de su conciencia social, la religiosa. Este grupo religioso también funciona como sociedad de apoyo a los más desfavorecidos de la sociedad.
Esta interesante y misteriosa cofradía, única en Cuba, tiene varios personajes en su relato que Belkis Ayón se encargó de retratar en su obra, especialmente el hombre leopardo, designando e identificando con él las diferentes plazas y jerarquías de la sociedad, y Sikán, mujer que desvela «el secreto» y es sacrificada en aras de que este pasara a los hombres y no desapareciera. Sin embargo, su sacrificio fue en vano.
Obras de Belkis Ayón en la exposición «Colografías», en el Museo Reina Sofía

Obras de Belkis Ayón en la exposición «Colografías», en el Museo Reina SofíaMuseo Reina Sofía

Ayón reinterpreta, con un claro tono político, los principios y rituales de Abakuá. Y lo hace utilizando su propia iconografía, para poder con ello profundizar en temas como la agonía, la angustia, la soledad, el miedo, el desasosiego... y también temas políticos como la censura, la intolerancia, la violencia, la impotencia y la falta de libertad. De hecho, la princesa-diosa Sikán, que es sacrificada por los hombres de esta comunidad secreta, es considerada un alter ego de la propia Belkis Ayón, que se autorretrató a sí misma en muchas ocasiones inmolándose por revelar estos «secretos» tan unidos a sus raíces.
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