El Plan de Actuación 2022-2025 quiere establecer la hoja de ruta y la visión sobre cuál ha de ser su papel en la sociedad como institución cultural «comprometida con todos los públicos, referente de accesibilidad universal y en integración social y cultural», al tiempo que renueva el discurso expositivo, adecuándolo a las «nuevas líneas de investigación.»
Uno de los objetivos de la pinacoteca será recuperar la normalidad económica y de público tras la pandemia, mientras se prioriza responder a las nuevas demandas culturales y alcanzar la excelencia en el cumplimiento de las funciones del lugar.
Otro de los propósitos es reposicionar la colección del museo en el contexto nacional mediante una nueva política de depósitos llamada Prado Disperso.
Además, el Prado pretende adecuar la gestión y las infraestructuras a las directrices modernizadoras de la Administración, y culminar la configuración del campus Prado con la rehabilitación y apertura del Salón de Reinos.
Este nuevo Plan de Actuación del Museo debería haberse presentado hace un año pero la crisis sanitaria ha obligado a prorrogar el anterior (2017-2020) un año más.
En este nuevo marco de acción, la institución cultural se compromete a ser una organización «claramente comprometida» con la transición digital, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y con la capacidad transformadora de la cultura como «dinamizadora de otros sectores económicos».
Además, apuesta por asumir una reflexión «más interna» que invite a «enfatizar» su «vocación nacional», para lo que la nueva política de depósitos tendrá que hacer «aún más relevante» esta vocación con los programas De Gira por España o El Prado en las calles.
Por otra parte, el Museo también pretende reforzar su proyección internacional y abogará por mantener y establecer nuevos lazos de colaboración y alianzas con otras instituciones culturales.
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