En una rueda de prensa
Miguel Bosé 'invita' a los periodistas a quitarse la mascarilla en un interior
«Parece que tengo a cinco asaltadores delante. Es que esto de las mascarillas es terrible»
El cantante Miguel Bosé, conocido por sus posturas negacionistas respecto a la pandemia del coronavirus, ha pedido a los periodistas que cubrían la rueda de prensa con motivo de la presentación de su primera autobiografía que se quitaran la mascarilla que hasta entonces llevaban puesta:
«Oye, ¿os importa quitaros las mascarillas? (risas nerviosas) Perdón, ¿eh? Es que veo delante de mí a una gente que luego me voy a encontrar por la calle y es como… Gracias. No, si queréis, las podéis mantener, pero es que me parece más…Hola… ¡Pero si estás tú! (reconoce a alguien) ¿Ves? Si es que yo decía que esos ojos los he visto en alguna parte. Chico, es que esto de las mascarillas es terrible, porque claro, te la pegan, o sea parece que tengo a cinco asaltadores delante y resulta que tengo a varios conocidos. Mucho mejor así», pidió.
La polémica, a la que el cantante parece abrazarse con fuerza en los últimos tiempos, ha tenido como protagonistas a los cinco periodistas que cubrían la presentación de su libro El hijo del capitán Trueno, que publica Espasa, en una habitación del madrileño hotel Orfila.
'El hijo del Capitán Trueno'
El artista ha publicado El hijo del Capitán Trueno, unas memorias que recorren su infancia y adolescencia, a la sombra de un matrimonio de artistas, y llegan hasta el año 1977, cuando se subió por primera vez al escenario.
Bosé, hijo del torero Luis Miguel Dominguín («Dios en la tierra») y la actriz Lucía Bosé («La mujer más bella del mundo»), intenta hacerse entender en un libro de memorias a través del peso de su ADN y las vivencias infantiles, según recoge Efe. «El problema que tenía Miguelito fue sobrevivir a diario a esos dos monstruos que tanta sombra y tanto eclipse causaban».
El título, como la canción del mismo nombre que lanzó hace 20 años, alude a la decepción impresa en los ojos de su padre, que marcó su infancia y adolescencia. «No reunía las condiciones que buscaba en un heredero: machote, cazador, rudo. Yo era de vena más lombarda, sensible, y leía mucho».
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