Jonas Vingegaard, a la derecha, con Tadej Pogacar, a la izquierda
Tour de Francia
Vingegaard vs. Pogacar: dudas y retos en «la guerra de los nervios»
El danés, con bajas relevantes en su equipo, defiende dos minutos y 22 segundos ante el esloveno, motivado para atacar y revalidar el título en la ronda gala
Cuando el Tour afrontó la segunda jornada de descanso, el pasado lunes 11 de julio, pocos pensarían que una semana después, en la tercera y última jornada de descanso, el gran tema de debate en el ciclismo sería si Tadej Pogacar sería capaz de recortar la distancia con Jonas Vingegaard para revalidar su triunfo en la ronda gala.
Y es que hace siete días todos hablaban de que el esloveno era imbatible y poco menos que su único rival era el covid, que había afectado a su equipo pero no a él. Eso hasta que llegaron los Alpes y en una etapa ya histórica de la 'Grande Boucle' Vingegaard 'reventó a Pogacar en la subida al Granon metiéndole casi tres minutos y colocándose líder en la general. Además el danés aguantó al día siguiente en Alpe d'Huez y llega a la última semana de carrera con 2 minutos y 22 segundos de margen sobre Pogacar.
¿Podrá aguantar el danés? Esa es la pregunta que hoy se hacen en el pelotón. Tiene una ventaja importante, pero su equipo, el Jumbo, sufrió el domingo una jornada abrasadora en la que perdió dos compañeros de talla, a Steven Kruijswijk y a Primoz Roglic, figura clave en el 'acoso' a Pogacar en la etapa en Los Alpes en la que el conjunto neerlandés agotó al esloveno en el Galibier. Vingegaard, además, se cayó en una jornada que puede marcar la ronda gala en el aspecto psicológico.
Con el Jumbo perdiendo efectivos y el maillot amarillo poniéndose ya la tirita («todo esto va a cambiar la estrategia de nuestro equipo»), Pogacar aprovechó para meter miedo y asegurar que habrá «partido». El esloveno quiere aprovecharse en lo que ha venido a defender Bernard Hinault, cinco veces ganador del Tour, «la guerra de los nervios». ¿Aguantará Vingegaard? Nunca antes se había visto en una igual y sin gregarios relevantes sufrirá en los Pirineos. «Necesito atacar en cada subida y tratar de recuperar tiempo. Lo daré todo», avisa un Pogacar motivado y «seguro» de que «hay muchas posibilidades de intentarlo en los próximos días».
Pirineos y contrarreloj final
Para asaltar el codiciado maillot amarillo hay tres etapas clave aún por delante. La primera, ya en los Pirineos, será el miércoles, con final en Peyragudes, puerto de primera categoría tras haber antes coronado otros dos de primera y otro más de segunda. Un día después el pelotón saldrá de la localidad de Lourdes con el Col de Spandelles (1ª categoría) y dos grandes puertos, el Col d'Aubisque y el Hautacam, donde estará la meta.
Si Pogacar no hubiera podido recuperar en Los Pirineos esos 2 minutos y 22 segundos, tendrá el sábado un posible deja vu en la penúltima jornada del Tour. Ese día habrá una contrarreloj desde Lacapelle Marival hasta Rocamadour de 40,7 kilómetros que bien le podría recordar a la del Tour 2020, cuando el esloveno dio un vuelco histórico a la clasificación general al iniciar la crono 57 segundos por detrás de su compatriota Roglic y acabar él 59 por delante. Ese factor hay que tenerlo en cuenta en lo que es un cara a cara que ha revitalizado este año al Tour, una carrera en la que se esperaba casi un paseo militar de de Pogacar y acabó siendo una lucha contra Vingegaard.
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