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29 de marzo de 2024

Vingegaard, a la derecha, salvó el liderato ante Pogacar sin ceder ni un solo segundo

Vingegaard, a la derecha, salvó el liderato ante Pogacar sin ceder ni un solo segundoAFP

Tour de Francia: 16ª etapa

Vingegaard salva los primeros ataques de Pogacar en los Pirineos

El esloveno lo intentó en varias ocasiones, pero el danés estuvo firme en una etapa ganada por el canadiense Hugo Houle

En un emotivo final en solitario, el canadiense Hugo Houle ha logrado la victoria de su vida en la decimosexta etapa del Tour de Francia disputada entre Carcasona y Foix, de 178,5 km, en la que la emoción estuvo en la gran lucha entre Tadej Pogacar, defensor de la victoria en la pasada edición, y Jonas Vingegaard, actual líder.
Y es que el danés salvó con éxito los ataques del esloveno en la primera jornada pirenaica, la más 'cómoda' de las tres en total. Pogacar prometió atacar y atacó, varias veces además. Pero la respuesta fue inmediata y certera por parte de Vingegaard, quien retuvo el maillot amarillo en una jornada bien trabajada por su equipo. El danés saca 2.22 a Pogacar, 2.43 a Thomas, 4.15 a Quintana, ahora cuarto, 4.24 a Gaudu, 6.18 a Vlasov, que saltó al octavo puesto y 12.45 a Enric Mas.
El español, que lo intentó en el primer puerto de primera, terminó hundido a 8.41, perdiendo puestos en la general hasta caer a la undécima plaza a 12.45 del líder. «No es mi Tour», dijo en meta el ciclista balear. No lo es, no.
La etapa se la llevó Hugo Houle, el más fuerte del numeroso grupo de 29 corredores que conformó la fuga del día. Ganó en solitario y lo hizo con tiempo para la celebración, apuntando con el dedo al cielo, llorando, dedicando su primera victoria en el World Tour a su hermano, fallecido en 2012 atropellado por un conductor ebrio.
El ciclista canadiense, doble campeón nacional contrarreloj, sin triunfos de postín en el palmarés, entró en la meta de Foix, ciudad del Departamento de Ariege presidida por el Castillo de los Condes, con una ventaja de 1.10 minutos sobre el francés Madouas y su compatriota Michael Woods. Los hombres de la general entraron a 5.54 de Houle, con Vingegaard, Pogacar, Thomas, Gaudu y Nairo Quintana, mientras que Yates perdió comba a 7.16.
Hugo Houle, ganador de la primera etapa en Los Pirineos

Hugo Houle, ganador de la primera etapa en Los PirineosAFP

Fue esta otra jornada de calor sofocante de aproximación al corazón de los Pirineos, con la primera parte del trayecto llano y la segunda exigente con dos puertos de primera. La estrategia y las promesas anunciadas en la jornada de descanso iban a tener sus efectos subiendo el Port de Lers (1ª categoría, 11,4 km al 7), primera gran dificultad del día. Aquí se movió Enric Mas, pero el de Movistar se vio absorbido por el grupo del maillot amarillo poco después de coronar el puerto. Había comenzado la tormenta Pogacar, con el esloveno atacando como había prometido, obligando a reaccionar a Vingeggard.
Los hachazos del doble ganador del Tour pusieron a prueba al líder, quien pasó con nota la prueba del algodón. El resto sufría condenado a hacer la goma, perdiendo terreno y recuperando después. Bajando lo volvió a intentar Pogacar, pero enseguida vio que no iba a haber manera de soltar a Vingegaard.
El Mur de Péguère (1ª categoría, 9,3 km al 7,9) ofrecía rampas interesantes para seguir con los experimentos y las emboscadas. En la escapada probó subiendo el canadiense Hugo Houle, quien se marchó con una misión vital en su cabeza: dedicar una victoria a su hermano.

Pogacar prometió atacar y atacó, varias veces además. Pero la respuesta fue inmediata y certera por parte de Vingegaard, quien retuvo el maillot amarillo en una jornada bien trabajada por su equipo

El canadiense abrió hueco por delante, soltando a Jorgenson (Movistar) y a Woods. La suerte, buscada con ahínco, sonrió a Houle, quien pudo firmar una hazaña que no conseguía un ciclista de Canadá desde 1988, cuando Steve Bauer se impuso en Machecoul.
En el grupo de la alta jerarquía del Tour de Francia continuó el marcaje entre Vingegaard y Pogacar. El Jumbo se rearmó con Kuss y Van Aert, mientras que el UAE contaba con Majka y McNulty, incrustado en la fuga inicial. La entrada en el grupo de Van Aert fue definitiva. Vingegaard se echó en sus brazos y lo llevó hasta Foix, exento de ataques y otros contratiempos indeseados. Ya hubo tregua. Se acabaron los fuegos artificiales. Cada uno guardó sus fuerzas para la siguiente etapa, donde espera un final en alto, en Peyragudes, donde, sin duda, atacará Pogacar. Este chico, lo que promete lo cumple.

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