Lionel Messi ha ganado este año el Balón de Oro concedido por la revista France Football, superando en las votaciones finales a Robert Lewandowski, a Jorginho y a Karim Benzema. En un premio que han ganado Mathias Sammer o Fabio Cannavaro, por mencionar algunos nombres interesantes y curiosos del pasado, no llama tanto la atención como los galardonados en el premio The Best, en el que, en vez de los periodistas, votan los capitanes y los seleccionadores.
Siete Balones de oro más un The Best es el desigual cómputo del argentino, un premio, este último, que sólo ha ganado dos veces, el máximo, un jugador: Cristiano Ronaldo, el segundo de siempre en Balones de Oro con cinco. El próximo lunes 17 se entrega el nuevo cilindro con un balón en su cima y los candidatos son otra vez Messi y Lewandowski, además del egipcio Mohamed Salah. Yendo a las estadísticas de cada jugador en sus respectivos clubes se pueden encontrar registros curiosos.
30 goles y 9 asistencias en 35 partidos le sirvieron al de Rosario para alzarse con el título oficioso u oficialista de mejor jugador del mundo. Una Copa América y una Copa del Rey como títulos de equipo no parecen mejores, ni mucho menos, que los 41 goles y 7 asistencias del polaco en 29 partidos, campeón, además, de la Liga y la Supercopa alemanas.
Tampoco parece proporcional la inclusión en la terna finalista en The Best de Salah por sus 22 goles y 5 asistencias en 37 partidos, sin títulos colectivos que sumar en 2021. El mismo Benzema, que tampoco obtuvo triunfos de conjunto en el último año sumó en ese período 23 goles y 9 asistencias en 34 partidos, unas cifras sensiblemente superiores, unido a su ascendencia e importancia como referente de un equipo en transición.
Tampoco Cristiano Ronaldo, a punto de cumplir 37 años, está, de forma llamativa, incluido entre los posibles receptores del premio con sus 29 goles y 3 asistencias en 33 partidos, más la Copa de Italia que logró la Juventus. Pero más allá de inclusiones y ausencias a partir de un tercer puesto, parece claro que la disputa se limita a Messi y Lewandowski, quien tiene la oportunidad, y los goles y las asistencias y los títulos más que suficientes (además de un sistema de votación más abierto y menos endogámico), por encima de cualquier otro, para ser, otra vez, elegido como el mejor.
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