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28 de marzo de 2024

Thibaut Courtois detiene el penalti lanzado por Raúl García ayer en la Supercopa

Thibaut Courtois detiene el penalti lanzado por Raúl García ayer en la SupercopaEFE

La parada de Courtois que deja en evidencia el premio 'The Best' al que no está nominado

El guardameta belga no se encuentra entre los ocho finalistas al mejor portero de 2021, una lista en la que sí están, entre otros, Donnarumma o Neuer

Entre los ocho porteros finalistas del premio The Best que se entrega hoy no figura Thibaut Courtois. Una ausencia asombrosa viendo a los nominados. Un protagonista que hoy disfruta del éxito y la consolidación como portero del mejor equipo de la historia, quizá también el equipo más en forma de la actualidad.
Desbaratador de excelentes y manifiestas ocasiones rivales durante el año pasado,  uno de los baluartes más importantes del equipo de Ancelotti, pleno de reflejos y concentración, su parada del penalti de ayer durante la final de la Supercopa de España, precisamente en la víspera de la entrega de los premios a los mejores futbolistas de 2021, es casi es una llamada de atención, un despeje histórico, que deja en evidencia una terna finalista, y unos nominados, entre los que no está incluido.
Courtois y Alaba celebran la victoria del Real Madrid en la Supercopa

Courtois y Alaba celebran la victoria del Real Madrid en la SupercopaEFE

El guardameta se lanzó hacia su derecha al mismo tiempo que Raúl García, del Athletic, disparaba para marcar un uno a dos peligroso a falta de más de cinco minutos, con el descuento, y con el Madrid en inferioridad por la expulsión de Militao. Raúl engañó a Thibaut, pero no lo suficiente, que en el vuelo a su derecha giró la cabeza a la izquierda, por donde se colaba la pelota, y fue capaz de detenerse en el aire, como si no hubiese gravedad. 
Se diría que fue capaz de retroceder volando para estirar el pie y despejar el balón a las nubes de un punterazo histórico. Una parada única, una rectificación impensable, un despeje invertido con la punta de la bota como el dedo del Creador en los techos de la Capilla Sixtina. Una parada en los cielos, casi divina, merecedora de estar en la bóveda de Miguel Ángel, pero no, al parecer, su protagonista en el inventario de la FIFA.
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