Hazard el pasado septiembre en el partido contra el Sheriff
La complicada operación de entrada y salida del Real Madrid de Eden Hazard
El jugador belga ya habría transmitido al Real Madrid su intención de abandonar el club, pero los aspectos económicos del ejercicio parecen tan complicados como los de su reinserción en el equipo
Nunca mejor dicho, por desgracia, que Hazard entró con mal pie en el Real Madrid. Para ser más exactos, y justos, fue, sobre todo, un mal pie, no el suyo sino el de Meunier, el que le entró a él una fatídica tarde de Copa de Europa en noviembre de 2019, desde que la anterior estrella del Chelsea, fichada por más de cien millones ese mismo año por el club blanco, dejó de ser el mismo.
Eden Hazard nunca ha sido en el Real Madrid ni siquiera una sombra del jugador que fue en Londres, razón por la que fue fichado. Justo cuando se empezaba a atisbar la posibilidad de que aquel futbolista aparecería vestido de blanco, tras unos meses de dudas y aclimatación y tras perder el sobrepeso con el que se presentó en Madrid aquel verano y recuperar la forma, se produjo la hasta el momento catastrófica microrrotura, a la que siguió una sucesión casi interminable de percances físicos que nunca le han permitido entrar con regularidad en la dinámica del equipo.
Es desde este mismo verano que el jugador y el club estarían de acuerdo en su salida, pese a que la intención del futbolista siempre ha sido asentarse en el Madrid, pero no existen ofertas. Las tornas han cambiado definitivamente en la preeminencia de su dualidad con Vinicius, en principio el jugador llamado a ser su suplente, cuya explosión se ha producido en el ínterin de recuperaciones y caídas interminables de un Hazard cuyo elevado salario, unido a su dudoso historial físico, dificulta enormemente (tan difícil como parece la posibilidad de que recupere su estrella) un traspaso que el Real Madrid podría llegar a necesitar para liberar masa salarial y afrontar los futuros y posibles fichajes de jugadores como Mbappé y/o Haaland.
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