Miguel Ángel Lotina durante su presentación con el Vissel Kobe
Lotina, la cara y la cruz del ascenso y del descenso, dirigirá a Iniesta en Japón
El entrenador vasco llega al Vissel Kobe para sacarlo de su mala racha, la especialidad, para lo bueno y para lo malo, del técnico de Meñaca
Miguel Ángel Lotina lleva cinco años en Japón, donde ha entrenado a tres equipos distintos. Antes de salir de la Liga española en 2012, concretamente del Villarreal, donde estuvo solo una temporada, había pasado por cinco años estables en el Deportivo de la Coruña, su récord histórico de permanencia en un equipo, al que en su último año descendió a Segunda División tras un periplo esperanzador luego de los grandes años del Depor.
Fama con el Numancia
El ascenso y el descenso o la cara y la cruz del técnico de Meñaca, famoso en sus primeros años en el banquillo por lo primero y célebre en los últimos por lo segundo. Tras sus inicios en el Logroñés B al que subió de Tercera División a Segunda B, donde logró mantenerlo durante varios años. Se hizo cargo del Numancia con el que consiguió la fama después de eliminar a tres equipos de Primera, aunque no logró el ascenso que siempre rondó, su buen hacer produjo su fichaje por el Logroñés, esta vez sí en Primera División.
Miguel Angel Lotina durante su etapa en el Deportivo de la Coruña
Su fama de rescatador ya se había extendido por el fútbol español, pero a partir de entonces comenzó su celebridad al contrario. De un Logroñés que terminó descendiendo esa misma temporada en la que Lotina fue despedido en la jornada 10, pasó a un Badajoz, en Segunda, donde no pasó de la 16. Su fama de salvador parecía haberse dado la vuelta hasta su regreso al Numancia, que había ascendido en su ausencia de Segunda B a Segunda, al que al fin consiguió llevar a la máxima categoría.
Dos años con el Espanyol con el que logró una Copa del Rey
Pese al éxito, no continuó en el equipo soriano y se fue a Pamplona para redimir a Osasuna, al que también llevó a Primera División. Allí pasó tres años en los que asentó a los navarros en Primera. De Navarra a Vigo, dos años y un cuarto puesto en Liga, y después a Barcelona, en el Espanyol, con el que ganó una Copa del Rey.
Entrenador nómada
Un exitoso, aunque nómada, periplo como entrenador, cuyos buenos resultados acabaron en San Sebastián, una Real bajo cuya dirección descendió a la segunda categoría. Luego vino su buena (y mala, la tónica) etapa en La Coruña, y al fin un Villarreal del que tomó las riendas en la jornada 28 y al que no consiguió salvar del descenso.
La estrella de redentor de Lotina parecía acabada. Y lo que ciertamente terminó fue su tiempo en la Liga española
La estrella de redentor de Lotina parecía acabada. Y lo que ciertamente terminó fue su tiempo en la Liga española. Chipre fue su siguiente destino sin historia, más buena que mala con su sexto puesto liguero, y la temporada siguiente, 2014, llegó al Al-Shahaniya de Qatar, del que dimitió al poco tiempo y al poco tiempo también regresó para ascenderlo a Primera División. El Lotina libertador había vuelto y, fiel a su costumbre (o a su necesidad), voló a Tokio de cuyo equipo, el Verdy, no consiguió por poco el ascenso.
Miguel Ángel Lotina durante su etapa en el Villarreal
De Tokio a Osaka y un cuarto y quinto puestos, además de la clasificación para la Liga de Campeones asiática, y luego otra vez el viaje a Shizuoka, al Shimizu, club del que fue destituido en la posición 16, a dos puntos del descenso. El penúltimo capítulo del entrenador viajero, especialista en ascensos y descensos por igual, va a transcurrir ahora en Kobe: «Es un reto, porque es mucha responsabilidad, pero a la vez es un regalo», ha dicho este viernes Lotina en su presentación como primera comparecencia al ser presentado como nuevo técnico del equipo, en el que militan actualmente los exbarcelonistas Andrés Iniesta, Sergi Samper y Bojan Krkic. «Un reto», en sus propias palabras, y también la indescifrable incógnita de qué Lotina será: si el que sube o el que baja.
Comentarios
