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20 de abril de 2024

Lewandowski, en un partido de esta temporada con el Bayern.

Lewandowski, en un partido de esta temporada con el Bayern.EFE

Lewandowski puede meterse en un lío si se empeña en usar el artículo 17 para salir del Bayern

El delantero polaco quiere salir de Alemania y existe una vía en el reglamento de la FIFA que es un arma de doble filo: podría enfrentarse a sanciones económicas y perder el tren de los grandes equipos de Europa

Robert Lewandowski quiere irse del Bayern de Múnich, el FC Barcelona quiere fichar al delantero y el polaco no ve mal irse al Camp Nou. En principio todo encajaría, ya que todas las piezas se complementan, pero no es tan fácil: el Bayern no quiere soltarle tan fácilmente y los culés no tienen mucho dinero que pagar.
Ante una situación complicada, con un Lewandowski que ya ha dicho abiertamente que quiere un cambio de aires, al delantero polaco le espera un verano movido. Tiene contrato hasta junio de 2023, por lo que ni él puede negociar por libre ni el equipo alemán tiene la obligación de dejarle marchar. El Bayern acepta negociar con cualquier club por el máximo goleador de la Bundesliga, pero ni a cualquier precio ni en los términos que quiere el jugador.
Ante esa situación Lewandowski vive atrapado entre su deseo y su realidad y es por ello que para intentar conseguir lo primero -salir del Bayern- se ha abierto una opción que existe pero que es altamente inviable. Es el artículo 17 del Reglamento sobre el estatuto y la transferencia de jugadores de la FIFA. Este documento establece las normas mundiales y obligatorias concernientes al estatuto de los futbolistas y su elegibilidad para participar en el fútbol, así como su transferencia entre clubes de distintas asociaciones. Y la aplicación de este artículo es una de las pocas vías que tiene Lewandowski para salir por su propio pie del Bayern.
En concreto, el artículo 17 explica las consecuencias que existen en caso de romper contratos «sin causa justificada», la situación en la que en principio se encontraría el jugador polaco. En este texto se desarrolla que cualquier parte (ya sea futbolista o club) que rescinda un contrato está obligado a pagar una indemnización que se calculará con varios criterios como la legislación nacional, las características del deporte y «otros criterios objetivos» como lo que quede de contrato o gastos desembolsados por el club anterior. Pero en ese artículo 17 figura una frase clave: «la cuestión de si la rescisión del contrato se produce en un periodo protegido».

Si el Barcelona quisiera fichar a Lewandowski tras aplicar el artículo 17 se podría ver obligado en un futuro a pagar las cantidades que se determinen

¿Y qué es el periodo protegido? La propia FIFA lo especifica en este reglamento: «es un periodo de tres temporadas completas tras la entrada en vigor de un contrato, si el contrato se firmó antes de que el jugador profesional cumpliese 28 años». Tiene además varios añadidos, como que ese futbolista sea de una nacionalidad distinta a la del club con el que quiere rescindir su contrato. En la práctica, para traducirlo de forma más entendible, es que un jugador extranjero de más de 28 años puede rescindir unilateralmente su contrato después de tres años. Y eso es lo que cumple Lewandowski, que está fuera de ese periodo protegido. De ahí el interés en este artículo 17. Eso sí, habría indemnización, pero al menos podría salir del club, cosa que ahora Robert no puede.
Ante la lectura de este documento parece fácil pues la salida del delantero polaco del Bayern, pero como todo en el fútbol y en los contratos todo es muy enrevesado. Tal y como recuerda el abogado alemán Christoph Schickhardt, experto en contratos futbolísticos, cualquier jugador que apela a este artículo «está recurriendo a un harakiri». En declaraciones al diario Bild, señala que «la FIFA conscientemente hizo que las consecuencias de una aplicación del artículo 17 sean incalculables» por lo que «nadie puede saber cuánto hay de rosas y cuánto de espinas». Es, por tanto, una posible trampa para cualquier futbolista aplicar este artículo.
Lewandowski, en una rueda de prensa con la selección de Polonia

Lewandowski, en una rueda de prensa con la selección de PoloniaEFE

Una situación similar pasó en 2008 cuando Ronaldinho, tras la llegada de Guardiola, se quiso ir del Barcelona. Roberto de Assís, hermano y representante del ya exjugador brasileño, amenazó al Barça con aplicar el artículo 17. No lo hizo finalmente, sabedor de que se metería en un callejón con muy poca salida. Desistió y la salida se acabó negociando por otros caminos.
No solo se queda ahí el citado reglamento, sino que la FIFA señala también que la posible sanción al futbolista por rescindir su contrato recae en «él mismo» y en «su nuevo club». Ambos «tienen la obligación conjunta de efectuar el pago». Es decir, si el Barça quisiera fichar a Lewandowski tras aplicar el artículo 17 se podría ver obligado en un futuro a pagar las cantidades que se determinen. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló que la cantidad de la indemnización debía fijarse mediante el pago del valor residual del contrato, es decir, la ficha que quedaba pendiente de satisfacer. En resumen: todo ello echaría más gasolina para la maltrecha economía culé.

Si un gran club recurre al artículo 17 lo que vendría sería el infierno. No le recomiendo a nadie que lo hagaUli Hoeness, expresidente del Bayern, en 2009

Se añade a ello que durante muchos años, cuando existía el G-14 -compuesto por los equipos más prestigiosos de Europa, entre ellos el Barcelona-, se hizo un pacto (no escrito) en el que ninguno de esos clubes ficharían a un jugador que se beneficiara del artículo 17.
Uli Hoeness, expresidente del Bayern y persona muy influyente en el entorno del conjunto bávaro, dejó una frase lapidaria en 2009 cuando se hablaba de que Frank Ribery podría ir al Madrid aplicando este artículo: «Si un gran club recurre al artículo 17 lo que vendría sería el infierno. No le recomiendo a nadie que lo haga». Sabe Lewandowski lo que le esperaría entonces.

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