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23 de abril de 2024

José Mourinho con el trofeo de la Conference League

José Mourinho con el trofeo de la Conference LeagueAFP

Mourinho, el campeón de la Conference y el campesino que sembró al Real Madrid

El entrenador portugués no logró el objetivo principal por el que Florentino Pérez le llevó a Chamartín, pero sí dejó la cosecha lista para recoger

Mourinho llegó al Real Madrid con la misión de volver a hacer de los blancos el equipo más grande del mundo y lo consiguió. Nadie consigue despertar a un gigante dormido sin gran estruendo, o mejor: no queda otra que hacerlo con estruendo.
Ese ruido es el que ha acompañado a Mourinho durante toda su carrera, el entrenador que hizo al Oporto campeón de la Liga Europa y al año siguiente campeón de la Liga de Campeones. Esa fue su primera Champions.

La llamada de Florentino

La segunda la consiguió con el Inter, el año del triplete del equipo de Milán, todo un hito, el mismo año que recorrió el Nou Camp con el brazo en alto bajo el agua de los aspersores, consiguiendo hacer más ruido que noventa mil culés derrotados sin solución.
Luego llegó el Madrid. La llamada de un Florentino con el posgalacticismo descontrolado. E hizo la revolución. Pese a todo, a Mourinho le cantaron tanto sus jugadores en todos sus equipos, incluido el Real Madrid, como el pasado miércoles le cantaron los de la Roma.

En su saco madridista no está la Copa de Europa, pero sí está el peso del legado que dejó en el Bernabéu

El portugués ha vuelto a hacer historia convirtiéndose en el primer entrenador que gana la Conference League. Cinco títulos que hacen pesar un palmarés. Un saco en el que no hay ninguna Copa de Europa del Real Madrid, quizá el cometido principal para el que se le contrató.
Pero en esa bolsa sí está el peso, bajo el ruido, del legado que dejó. El mejor Barcelona de la historia cayó bajo su estadía en la Liga de los Récords y en quizá la Copa del Rey con más significado de siempre, donde el de Setúbal abrió las costuras del inmaculado equipo de Guardiola.
Pintura de José Mourinho en Roma levantando el título de la Conference League

Pintura de José Mourinho en Roma levantando el título de la Conference LeagueAFP

Tres semifinales consecutivas en la Liga de Campeones, mayormente desafortunadas por distintas razones, fueron la siembra, la semilla más grande que Mourinho dejó bajo la tierra fértil del Real Madrid que él mismo aró hasta la extenuación y hasta la persecución más denigrante hecha jamás a un entrenador del Real Madrid.
José Mourinho acabó yéndose con la sensación general de que todos sus muchos enemigos habían conseguido expulsarle, pero antes de irse había dejado sabia, profesional y brillantemente un fruto que estaba por germinar en ese campo bajo el cuidado de otros agricultores, que casi solo tuvieron que regarlo, en un lustro para la historia del Real Madrid.

La ciudad germinante

El hoy entrenador de la Roma, al que ha vuelto hacer campeón europeo por segunda vez en toda la vida del club giallorossi (el último equipo italiano campeón en el continente había sido también su Inter), es el antiguo entrenador del Real Madrid, que removió sus cimientos y construyó una ciudad germinante de la que no tuvo tiempo de recoger su cosecha.
Pero ahí está. Ancelotti supo sacarla a la luz y Zidane la gestionó como el mejor director de orquesta. Ha sido Ancelotti de vuelta, un Carletto con una acertada segunda oportunidad en el Bernabéu, el que sabe donde está todo. Dónde hay que picar para recoger, dónde hay que pisar y dónde no, mientras José sonríe por mucho más que haber ganado la Conference League.

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