Francia celebra con Giroud el gol que le convierte en el máximo goleador de la historia del país

Francia celebra con Giroud el gol que le convierte en el máximo goleador de la historia del paísAFP

Francia arregla el susto inicial y da un recital ante Australia

La vigente campeona del mundo perdía a los nueve minutos pero solucionó la papeleta con una gran remontada

Francia solucionó con solvencia la papeleta de debutar tras ser campeona del mundo. Los viejos fantasmas de la Francia de Corea y Japón sobrevolaban el estadio Al Janoub. Repetir el batacazo era difícil pero posible. No habría sido la primera vez –ni la última– que una vigente campeona se estampara de forma abrumadora en el primer partido del siguiente Mundial. Ya le pasó a la España de Del Bosque en Brasil 2014 y a los bleus comandados por Zidane en 2002. Y después de la debacle de Argentina con Arabia Saudí, cualquier cosa podía pasar.
El gol de Craig Goodwin a los 9 minutos hizo saltar las alarmas –y las casas de apuestas–. La cara de Deschamps, que se libró de vivir en primera persona aquel partido fatídico con Senegal en 2002, era un poema en el banquillo. Repetirlo sería imperdonable. Francia se vio sorprendida desde el principio, no se esperaba un potencial tal de inicio y no rascó pelota hasta el 0-1. Un gol estilo final de Champions, con Leckie vestido de Valverde y Goodwin llegando al segundo palo como Vinicius.
Como el boxeador que recibe un golpe en la mandíbula en el primer asalto, Francia podía entrar en barrena y caer por KO, abriendo todos los periódicos mañana, o rebotarse y sacar el orgullo, ese que se palpa en el ambiente cuando suena la Marsellesa antes del partido. Pasó lo segundo. Los de Deschamps cambiaron por completo, se volcaron arriba y empezaron a conectar.
Con todos enchufados hasta Rabiot parecía Platini y Giroud, el lesionado Benzema, que ve a su país desde su casa en Madrid. El de la Juve hacía bueno un centro de Theo Hernandez para poner el empate de cabeza y cinco minutos después asistía a Giroud para fabricar el 2-1 aprovechando un fallo garrafal de los Socceroos. Trabajo hecho, arreglado el fiasco inicial.
Trent Sainsbury se debió echar las manos a la cabeza delante del televisor. El seleccionador australiano, su suegro, dejó fuera de la lista del Mundial al central y la idea quizás no fue tan buena. Pero no todos convocan a sus yernos.
Francia había hecho lo peor y solo ellos podían deshacer el camino. Si volvía a relajarse lo pagaría y se lo demostró Irvine con un balón al poste poco antes del descanso. Lección aprendida, porque la actitud tras el descanso fue diferente.

Historia gala

Primero Mbappé, después Konaté y más tarde Griezmann buscaron el 3-1 sin éxito. Quedaba claro que lo de la primera parte solo había sido un susto y que Francia quiere dar mucha batalla en Qatar. No tenían suerte ante la portería de Ryan pero reinaba la calma porque a Lloris no lo enfocaba la televisión. Y de tanto intentarlo llegó el premio. Mbappé remató a la red un centro de Démbélé desde la derecha y a los tres minutos apareció Giroud.
El del Milan es el típico goleador que nunca marca diferencias pero que siempre está ahí. Como un cuentagotas. Y van ya 51 gotas para Francia, más que nadie en su país. Mbappé le puso el balón desde la izquierda y el ex del Arsenal y del Chelsea cabeceó a la historia de Francia. 4-1 y partido cerrado. Los bleus presentan sus credenciales al Mundial, porque esta Francia no es la de Corea y Japón. Llegará lejos jugando así.
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