La decepción de los jugadores de Arabia Saudí, eliminados ya del Mundial

La decepción de los jugadores de Arabia Saudí, eliminados ya del MundialAFP

El gafe del Rolls-Royce, el regalo envenenado de la selección de Arabia Saudí

El equipo asiático queda eliminado después de su triunfal inicio ante Argentina y tras ser agasajados por Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí

Arabia Saudí ya está eliminada del Mundial de Qatar. La selección que protagonizara una de las grandes sorpresas de la historia de los Mundiales -su victoria a Argentina- está ya fuera después de perder ante México por 1-2 en la última jornada de la fase de grupos.
La selección asiática, que tenía opciones de pasar a octavos y que finalmente ha acabado última de grupo, ha sido una de las sorpresas positivas porque ha competido muy bien, ganó a Argentina y les puso las cosas muy difíciles a Polonia y México. Sin embargo le ha faltado ese paso final para llegar a octavos.

Agasajados

Agasajados en su país, la actuación de Arabia Saudí en el vecino país de Qatar fue todo un acontecimiento allí. La victoria ante Argentina tardará en olvidarse y hasta el Rey del país declaró fiesta nacional por ese triunfo en el Mundial.
No solo se quedó ahí la cosa. Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí, decidió que para contentar a los jugadores de la selección había que regalarles un espectacular Rolls-Royce del modelo Phantom con un valor en el marcado de cerca de 500.000 euros.
Todo un gran regalo que ha acabado siendo un gafe: desde que al príncipe heredero le dio por hacerles ese lujoso detalle, Arabia Saudí ha perdido sus dos encuentros. Ha acabado siendo un regalo envenenado en el momento en el que se dio el mensaje de que ya habían conseguido el objetivo en el Mundial, de que ya había motivos para celebrar con honores lo logrado.
El modelo de Rolls Royce que ha regalado el príncipe heredero de Arabia Saudí a cada futbolista

El modelo de Rolls Royce que regaló el príncipe heredero de Arabia Saudí a cada futbolista

Bien es verdad que Arabia Saudí, en los últimos Mundiales, había hecho pobres actuaciones y que una victoria ante Argentina -una de las favoritas- era buen motivo de celebración. Pero la selección árabe ha hecho tan bien las cosas que acaba siendo insuficiente esa victoria porque por su buen hacer bien podría haber pasado a octavos. El conformismo, el mensaje de que ya era todo un éxito ganar el primer partido, les ha pasado factura.
Desde que los jugadores de Arabia Saudí fueran agasajados por este Rolls-Royce, han perdido los dos encuentros (ante Polonia y México) y solo han marcado un gol, en el tiempo ya de añadido en el encuentro ante México de la última jornada. Lejos de que ese regalo supusiera un empuje, acabó siendo un gesto conformista. Arabia Saudí, que ha competido muy bien, está ya eliminada del Mundial.
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