Novak Djokovic fue finalmente deportado de Australia después de que las autoridades del país le retiraran el visado por segunda y última vez. El tenista serbio pretendía jugar el Grand Slam oceánico sin vacunarse contra el covid aduciendo una exención médica que no cumplía los requisitos fronterizos.
Tras su salida de Melbourne con destino Belgrado, el Open ha dado comienzo sin su presencia, y es ahora cuando los patrocinadores del número uno del mundo han empezado a manifestarse.
El primero de ellos ha sido la marca francesa Lacoste, que en declaraciones a la CNN ha expresado que quiere revisar los hechos que se sucedieron durante casi dos semanas:
«Tan pronto como sea posible, nos pondremos en contacto con Novak Djokovic para revisar los acontecimientos que han marcado su presencia en Australia», ha asegurado la compañía que viste al serbio.
«Deseamos a todo el mundo un excelente torneo y agradecemos a los organizadores todos sus esfuerzos para que el torneo se celebra en buenas condiciones para los jugadores, el personal y los espectadores», ha concluido, en una situación que pone en seria duda el valor de marca de la firma del cocodrilo.
Es la primera vez que se pronuncia alguno de los patrocinadores de Djokovic sobre el caso que le ha apartado de defender su título en el primer Grande de la temporada. Tan sólo la compañía de relojes Hublot había señalado que prefería no entrar en las «decisiones personales» de su embajador.
Peugeot, Asics o Head son otras de las firmas a las que representa el tenista serbio, que de momento guardan silencio. Según la revista Forbes, Djokovic recibió en 2021 en concepto de patrocinios 30 millones de euros que ahora están en juego.
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