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25 de abril de 2024

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia CalviñoEFE

Disparada por encima del 121 %

España entra en el debate sobre el Pacto de Estabilidad duplicando el límite de deuda

Francia, partidaria de reformar las reglas fiscales, podría llevar el debate a Bruselas en marzo. El Pacto impone un límite del 3 % al déficit y del 60 % a la deuda pública 

El presidente, Pedro Sánchez, vio frustrado -el pasado lunes- su intento de atraer a Alemania al bloque de países que apuestan por flexibilizar el Pacto de Estabilidad a las puertas de que la Unión Europea decida cuando reactiva su aplicación. El liderazgo del ministro de Finanzas, Christian Lindner en la política económica germana –un liberal en un gobierno socialdemócrata– anticipa una apuesta decidida de Berlín por revalidar cuanto antes las reglas de disciplina fiscal, que exige a los países de la eurozona un límite de déficit del 3 % y un volumen máximo de deuda del 60 %.
Un compromiso que España no está en condiciones de cumplir. La previsión más optimista coloca el déficit público español en el 4,8 % en 2022, siempre que los fondos europeos repercutan a pleno rendimiento en la economía. Con estas cifras, la AIReF mejora incluso los pronósticos que el propio Gobierno dibujó en el Plan Presupuestario para el año en curso.
Más abultado es el desajuste entre ingresos y gastos con el que la Autoridad Fiscal calcula que cerró España el 2021, ubicado en el 7% en línea con lo previsto por la OCDE. La Comisión Europea tiene previsto descongelar el Pacto de Estabilidad en 2023, por lo que –si el bloque liderado por Alemania se impone– España deberá hacer un esfuerzo extraordinario que demandará una búsqueda masiva de ingresos en las cuentas públicas y un mayor control del gasto.
Un esfuerzo que será compartido por otros países de la órbita europea. Francia acumuló un déficit del 7 % en 2021, el italiano se disparó al 9,4 %. Ambos países, junto a España, lideran el bloque de socios que apuestan por una gran reforma de las reglas acordadas, en contra de la opinión de Scholz o Mark Rutte, el primer ministro holandés, alineado con las tesis alemanas.

Flexibilidad en los límites de deuda pública

Lo mismo ocurre con el otro gran pilar del Pacto de Estabilidad, la deuda pública. Las reglas fiscales fijan en el 60 % el límite de la deuda pública de los países miembro. España duplica esa cifra. Nuestra deuda alcanza el 121,5 % del PIB, según datos del Banco de España, y no hay intención de aplicar un gran ajuste en este sentido. El Gobierno se ha comprometido a rebajarla por debajo del 120 % a lo largo de 2022. Si se reactivase el pacto europeo, España se vería forzada a hacer un brutal ajuste que apenas tendría impacto.
No obstante, es más que probable que el Ejecutivo Europeo sea más laxo en este apartado, y flexibilice la exigencia alargando los plazos y rebajando el límite. Las principales economías de la eurozona superan con creces el tope marcado, incluida Alemania, que ha cerrado el 2021 con una deuda superior al 71 %, según Eurostat. De hecho, Christian Lindner, el ministro de Finanzas defensor de la austeridad, no prevé relajar la cifra al 67,25 % hasta 2025.
El debate en el seno europeo sobre cuándo y cómo se reactivará el Pacto de Estabilidad se producirá en los próximos meses. Francia –que preside el Ecofín– pretende reestablecer la discusión en marzo. El país acumula una deuda pública del 118 % del PIB, la italiana escaló en 2021 hasta el 160 % y Grecia acumula un endeudamiento equivalente al 209,3 % de su PIB.  
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