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19 de marzo de 2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el foro de Davos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el foro de DavosEFE/EPA/GIAN EHRENZELLER

Retroceso económico

Así se aleja la riqueza de los españoles de la de ciudadanos de otros países

Irlanda, por ejemplo, prospera de manera mucho más destacada

Por primera vez en la historia de la democracia, España ha salido de una recesión con un crecimiento inferior a la media de la UE y de las principales economías del euro. Aunque en el pasado el PIB español también se contraía con una mayor fuerza, se recuperaba con una intensidad superior, pero esa tendencia se ha terminado.
España fue el país cuyo PIB cayó más en la pandemia (10,8 %). Su lenta recuperación hace que no solo no converja con las economías más avanzadas, sino que se separe aún más.
En el gráfico que hay encima de estas líneas, se puede ver que el PIB per cápita español, que refleja la riqueza de los ciudadanos, transcurre paralelo al experimentado por otras grandes economías europeas. La divergencia ha aumentado de forma significativa a raíz de la covid. «Si la comparación se realizase con Estados Unidos, el resultado sería que España es hoy más pobre que Estados Unidos en 1972», se indica en el informe Camino a la estanflación, de la consultora Freemarket Corporate Intelligence, dirigida por Lorenzo Bernaldo de Quirós.
Si la comparación se realiza en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), se ve que España avanza en convergencia hasta 2006. A partir de ese año, con excepción del periodo 2015-17, cae: «El periodo de convergencia real ha sido un fracaso. En estos momentos España es el único país del gráfico junto a Italia que está por debajo del 100 que marca la media UE-28. Entre 2018 y 2021, últimos índices calculados con datos reales, la serie española ha experimentado el mayor ajuste bajista y, por tanto, el mayor alejamiento de la media europea», indican en el informe.
En este contexto, es interesante comparar la evolución de España con la de Irlanda. Irlanda tenía un PIB per cápita parecido al de España hace tres décadas. En este tiempo, el PIB per cápita español ha pasado de 11.400 euros en 1993 a 25.000 en 2021, mientras que el irlandés ha subido de 12.500 a 93.600 euros en estos años.
«El dispar comportamiento de las economías española e irlandesa no obedece a ninguna razón extraña ni es fruto de la casualidad. Irlanda ha desplegado, sin apenas alteraciones, pese a los cambios de Gobierno, una estrategia basada en la disciplina presupuestaria acompañada de un gasto público y de unos impuestos bajos; ha dotado de flexibilidad a sus mercados de bienes, servicios y factores de producción, incluido el laboral, y ha creado un marco institucional favorable al desarrollo de la actividad productiva». Su estrategia ha funcionado y la nuestra, no.
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