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26 de abril de 2024

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, vende una visión muy optimista de la economía.

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que vende una visión muy optimista de la economíaLu Tolstova

Análisis económico

Calderón de la Barca, el índice de la cifra de negocios empresarial y Calviño

La ministra sigue encerrada en su mundo y sueña con realidades que no existen, pero los sueños, sueños son

Ala ministra de economía española, famosa en el mundo entero por su total incapacidad de acertar una sola cifra a la primera, le gusta llevar la contraria a todos los diputados del arco parlamentario, que tratan de hacerle ver que está equivocada.
Afirma que todos los organismos internacionales y nacionales le dan la razón al Gobierno en su política económica. Tal es así, que todas sus cifras nos llevan a que vamos a terminar un gran año desde el punto de vista económico.
Es tal su soberbia, que si se permitiese escucharse a sí misma haciendo previsiones desde que llegó al Gobierno, se daría cuenta de que vive en el mundo de Alicia, pero que ese mundo es de sueños y no de realidades.
Se daría cuenta de que además de no acertar nunca, cada vez se aleja más de la realidad, y que está entrando en una vorágine de no saber si la realidad es lo que dice todo el mundo o lo que ella cree, que es completamente diferente a lo que el mundo dice.
Pero veamos qué dicen los organismos nacionales e internacionales de España, porque a lo mejor soy yo el que vive otra realidad:
  • «OCDE, el 26 de septiembre de 2022, vuelve a recortar las previsiones económicas para España».
  • «Airef, 23 de agosto de 2022, prevé que la economía española se contraiga un 0,2 % en el tercer trimestre».
  • «Fondo Monetario Internacional, 26 de julio de 2022, recorta su previsión de crecimiento a España y retrasa a 2024 la vuelta al PIB pre-Covid»
  • «BBVA Research, 14 de julio de 2022, reduce las expectativas de crecimiento para la economía española».
Así podría seguir con muchos más organismos y con muchas más instituciones para decirle a la ministra que se equivoca.
Pero ella sigue encerrada en su mundo, sueña con realidades que no existen, pero que le gustaría que sucediesen, y termina soñando despierta olvidándose de que, como bien versó Calderón de la Barca en su inolvidable obra La vida es sueño, hay una enorme diferencia entre los que se sueña y la realidad. Desde aquí, y por si ella me lee, que lo dudo, o algunos de sus asesores quiere llevarla al mundo de la realidad, le dedico estos versos de Caderón para que ella decida ponerse en donde quiera.
«¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son».
Pero, por si acaso no se ha querido enterar de que la realidad es diferente, vayamos al dato.
El 26 de septiembre, el mismo día que la OCDE hacía esas declaraciones, el INE publicaba el Índice de cifra de negocios empresarial (ICNE), que se publica mensualmente, y «que permite obtener un indicador coyuntural que mide la evolución a corto plazo de la cifra de negocios, de forma conjunta, para los sectores económicos no financieros: Industrias extractivas y manufacturera, Energía eléctrica y agua, Comercio y Servicios no financieros.
Para obtener este indicador se utiliza información de tres encuestas elaboradas por el INE: los Índices de cifras de negocios en la industria (ICN), los Indicadores de actividad del sector servicios (IASS) y los Índices de comercio al por menor (ICM).
Por si acaso se olvida, el INE tiene una nueva presidenta que ha nombrado ella como ministra, y el organismo depende de su ministerio, así que cuando dan malas noticias, a lo mejor es que son todavía peores.
Y qué dice el dato. Pues dice que, según estas encuestas, la cifra de negocios empresarial en el mes de julio, en pleno verano y con el turismo a cuestas, ha caído un 3,5 % en la media de estos sectores que no incluye la banca.
Dice también que el sector energético ha crecido un 9,6 %, con lo cual, si el INE facilitase el resultado sin el sector energético, la bofetada sería puñetazo.
El dato dice también que las industrias extractivas y manufactureras han caído un 8,6 %. Simplemente recordar que en este apartado está la fabricación de coches, que además de representar el 12 % del PIB, es el sector productivo que más influye en nuestras exportaciones. Por lo tanto, si se mantiene la caída del 8 % sobre el 12 % del PIB, hablamos de que, solo por la caída de la producción, se nos puede ir casi un 1 % del PIB.
El dato también nos dice que el comercio al por mayor y al por menor ha bajado un 4,4 %, lo que significa un parón en el consumo. Para que a la ministra no se le olvide, porque parece algo desmemoriada, el 70 % del PIB mirado desde la demanda depende del consumo privado. Si este dato se mantuviese a lo largo del año, podría costarle al PIB el 3 %.
Y por último, los servicios no financieros han caído un 0,6 %, que, realizando los cálculos oportunos, podría estar afectando al PIB fácilmente en otro 1 %.
Lo que estoy traduciendo del informe del INE es que la economía está tocada. Y que, cada vez que un ministro niega la realidad, significa que no hace nada por cambiar la tendencia. Cuando no se hace nada por cambiar la tendencia, y esta es mala, normalmente se empeora, porque lo que está pasando alrededor no es bueno. Además de tener una inflación demasiado alta, el BCE va a pegar un puñetazo muy fuerte encima de la mesa (Alemania se ha ido al 10,8 % de inflación), los tipos de interés van a pegar un subidón, los intereses de la deuda se van a disparar, los ingresos van a dejar de crecer como lo están haciendo, el paro, con contratos indefinidos-mentirosos, van a hacer subir la factura del SEPE de forma escandalosa y los afiliados a la Seguridad Social van a caer estrepitosamente.
Pero la ministra de economía seguirá en su sueño, negará que las cosas vayan mal y seguirá sin hacer «Nada».
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