La emisión de un billón de dólares de la nada enviaría un peligroso mensaje a los ahorradores
La moneda del billón de dólares: la idea a la que se agarra Biden ante el riesgo de impago
El Congreso no ha llegado a un acuerdo para elevar el techo de deuda
El Congreso estadounidense se está planteando seriamente acuñar una moneda de un billón de dólares para pagar los servicios públicos ante el incumplimiento del techo de deuda, una medida que podría provocar el pánico en el mercado.
Se trata de una idea tan absurda como simple. El Tesoro crearía virtualmente una moneda de platino por valor de un billón de dólares para ingresarlo en la Reserva Federal y así poder hacer frente a los gastos de los servicios públicos, los inversores de la deuda y los intereses de la misma. De hecho, la ley contempla que «se podrá acuñar y emitir monedas de lingotes de platino de acuerdo con las especificaciones, diseños, variedades, cantidades, denominaciones e inscripciones que el Secretario pueda prescribir de vez en cuando».
El Gobierno estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite de los 31,4 billones de dólares establecido por el Congreso, pero este puede elevarlo. Sin embargo, el control republicano de esta cámara ha impedido llegar a un acuerdo para ampliar el gasto. Que el partido demócrata se esté tomando en serio la acuñación de la moneda billón de dólares responde más bien a un interés por evitar cualquier negociación que acabe afectando a algunas de las políticas sociales de la Administración Biden.
Y es que emitir un billón de dólares de la nada es una jugada demasiado obvia que envía un peligroso mensaje a los ahorradores. Por eso desde el Tesoro no quieren oír hablar de esto, a pesar del runrún avivado por los demócratas, y ha advertido de los riesgos de esta argucia. «Me opongo, y no creo que debamos considerarlo seriamente. Es realmente un truco», comentó Janet Yellen en una entrevista el pasado domingo.
El Tesoro, por su parte, prefiere aumentar su capacidad de endeudamiento y vender más bonos a la Reserva Federal. El problema es que esto provocaría los mismos resultados que la emisión de la dichosa moneda: crearían billones de la nada que, con el tiempo, perderían valor e incluso podría desembocar en una repentina pérdida de confianza. En cualquier caso, si el Congreso no llega a un acuerdo para elevar el techo de gasto, el Gobierno estadounidense podría verse en un grave problema este mes de junio para pagar sus facturas.
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