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19 de abril de 2024

La renta disponible de los españoles ha caído un 7,85% desde el cuarto trimestre de 2019.

La banca redujo su endeudamiento en 15.021 millones de euros en un solo mesEP

La banca reduce el crédito en enero en 15.000 millones

El crédito puede empezar a desaparecer si en los próximos meses se repiten ciertos resultados

Todavía no habían saltado las alarmas del Sillicon Valley Bank, del Signature Bank y de Credit Suisse, cuando la banca española –no sabemos si por decisión propia o porque el mercado está parado– decidió reducir su endeudamiento en 15.021 millones de euros en un solo mes, el 1,2 % del total de la liquidez que tenían todas las instituciones de crédito español autorizadas a funcionar por el Banco de España.
Este dato, publicado el pasado 23 de marzo por el Banco de España, es simplemente el primer indicador de que algo pasa y que el crédito, tanto para las empresas como para los hogares, puede empezar a desaparecer si en los próximos meses se repiten ciertos resultados.
La buena noticia para el Banco Central Europeo es que la banca y las entidades de crédito españolas están empezando a reducir la masa monetaria en circulación, retirando crédito a los hogares y a las empresas, por lo que el consumo caerá rápidamente.
Así podemos ver que, en diciembre del año pasado, la banca tenía prestados 1,219 billones de euros, repartidos en 55.056 millones de euros en créditos comerciales –tanto a empresas como a hogares– y 1,067 billones en préstamos a corto plazo. Tenía otros 31.860 millones préstamos a la vista –de vencimiento prácticamente inmediato–, 22.451 millones en arrendamientos financieros –leasing o renting– y en dudoso cobro 43.159 millones de euros que suponían el 3,54 % del total de sus préstamos.
En diciembre del año 2021, las mismas organizaciones financieras tenían en dudoso cobro 52.548 millones de euros. Es decir, en un año la banca y las entidades de financiación han bajado su riesgo en 9.389 millones y han pasado de tener un ratio de morosidad del 4,29 % al 3,54 %, lo cual demuestra la solidez del sistema financiero español que ha sido capaz de anticipar problema.
También vemos que, un mes después, todo el sistema financiero español había bajado el crédito comercial a 49.557 millones, lo que suponía una caída del 10 % de los préstamos. Esto implica que empresas y hogares tienen 5.500 millones de capacidad de endeudarse para comprar.
Si a esto le añadimos que, en deudores a corto, el sistema financiero ha sacado de circulación otros 9.665 millones –el 0,9 %–, la reducción del dinero en circulación ha sido para la compra de bienes y servicios a corto plazo y que la penalización de la banca va directa al consumo.
Sorprende positivamente que los arrendamientos financieros suban en 272 millones, lo que explica que tanto el renting de coches como el leasing de maquinaria para la producción se siguen manteniendo y que el ya muy dañado sector del automóvil está encontrando en esta vía una manera de ir colocando stocks.
Por último, destaca que el dudoso cobro ha bajado a 42.922 millones de euros y que se ha vuelto a reducir esta partida en 237 millones con una ratio del 3,56 %, dos centésimas por encima de lo que estaba en diciembre.
Con estos datos no podemos decir que la banca ha empezado a atar en corto el crédito, pero todo indica que irá por ahí, especialmente que afloran los temores de una crisis bancaria. El gran problema entre 2008 y 2013 fue que la financiación desapareció, lo que arrastró a Europa a una crisis de la deuda soberana.

El problema de la inflación

Ahora tenemos que parar la inflación como sea porque no es a los ricos a quien hace más daño, sino a las familias con menos recursos que empiezan a tener serias dificultades para llegar a fin de mes y, por tanto, a impagar hipotecas y créditos.
La inflación es sin duda uno de los problemas más complicados de arreglar de una economía. El BCE nació precisamente para evitar que esta superase el 2 % y ahora se le han añadido funciones como la defensa del euro y el control de las entidades financieras a través de las autoridades nacionales.
Habrá que seguir viendo cómo evolucionan en los próximos meses esta variable y sobre todo cómo evoluciona el dudoso cobro de la banca. Hoy, con los datos de enero, no hay razones para una gran preocupación, salvo para las pequeñas y medianas empresas del país que van a ver como se corta el suministro de la liquidez a corto. Pero aquel que no lo tuviese claro y se entere ahora, tendrá problemas seguro.
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