
Portacontenedores
El arancel de EE.UU. que podría poner en jaque al comercio internacional
Estados Unidos ha amenazado con imponer aranceles a los buques portacontenedores hechos en China, algo que podría poner en jaque al comercio internacional. La agencia Bloomberg ha puesto un ejemplo que explica que es lo que podría suceder. «Si hay un símbolo del caos que ha envuelto al comercio mundial desde que la administración de Donald Trump llegó a la Casa Blanca, es un lote de 16.000 toneladas métrica de tubos de acero. En Alemania, los estibadores deberían estar cargando el primer envío en un buque rumbo a un proyecto energético en Luisiana. Sin embargo, la cara sigue en un almacén alemán después de que Washington propusiera aplicar aranceles millonarios a los barcos chinos que atraquen en puertos estadounidenses», cuentan desde la agencia.
Según informa José Severin, el gerente de desarrollo de negocios de Mercury Group, la empresa de logística encargada del trato, las negociaciones sobre los términos de envío quedaron en pausa hasta que haya una mayor claridad.
El 80 % de los buques de esa ruta a través del Atlántico fueron construidos en China y se calcula que el recargo podría estar entre uno y tres millones de dólares por embarcación. Aunque va a depender de como se apliquen las medidas, se estima que el coste de envío de esos tubos de acero desde Alemania podría duplicarse o incluso triplicarse.
Esta es una de las muchas amenazas de Donald Trump que busca frenar el dominio chino en la industria naval, ya que según la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), China fabrica más de la mitad de los buques de carga del mundo, mientras que los astilleros estadounidenses solo produjeron el 0,01 % de estos barcos el año pasado.
Según informa Bloomberg, los empresarios e industriales consideran que las medidas no tienen sentido para reactivar la construcción naval en EE.UU., y que podrían ser devastadoras para la economía. Ya que, además de que encarecería los productos estadounidenses en el mercado global, también desviaría hacia Canadá y México el comercio, sobrecargaría los principales puertos del país y elevaría el coste del transporte marítimo, con la repercusión que esto tendría en la inflación.
«Si alguien quisiera destruir el comercio global con un mazo, haría exactamente esto. Todo junto es un apocalipsis comercial», sentencian expertos marítimos como John McCown.