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29 de marzo de 2024

Aula de un colegio de la Comunidad de Madrid

Aula de un colegio de la Comunidad de MadridEuropa Press

Educación

España echó en falta 3.500 millones para compensar la pérdida de aprendizaje por la pandemia

Además, la tasa de graduados de Secundaria descendió a pesar de las medidas de flexibilización introducidas por la pandemia

El sistema educativo español hubiera necesitado 3.500 millones más para compensar la pérdida de aprendizaje consecuencia de los confinamientos impuestos por el coronavirus. Además, la tasa de graduados de Secundaria descendió a pesar de las medidas de flexibilización introducidas por la pandemia.
Son algunas de las consecuencias del informe sobre la situación del sistema educativo elaborado por los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos, Ismael Sanz y Eduardo Pires. El estudio estima que, si los alumnos perdieron un tercio del curso escolar, se requerirá al menos un tercio adicional del presupuesto para recuperar el aprendizaje perdido. Así, se hubieran necesitado 12.311 millones de euros de gasto público adicional en 2022, en lugar de los 8.853 millones que se incrementaron, por lo que da un déficit de 3.458 millones.
Estas estimaciones se basan en los artículos publicados por el Banco Mundial que analizaron la pérdida de aprendizaje provocada por el cierre de los centros educativos, la interrupción de la docencia y la introducción de clases online entre marzo de 2020 y marzo 2022. En concreto, este organismo concluyó que la pandemia había provocado una pérdida del equivalente a entre un trimestre y medio año de aprendizaje en enseñanzas no universitarias, afectando especialmente a estudiantes procedentes de entornos más desfavorecidos.
Otro de los problemas es que la mejora producida por la tasa bruta de graduados en ESO antes de la pandemia se ha perdido. Tras la introducción de medidas de flexibilización, aumento el año 2020, pero ha vuelto a retroceder en el curso 20/21.
El informe también pone de relieve que, sobre un mismo contexto normativo –ya sea el de la LOMCE o el de la LOMLOE–, existen grandes diferencias en resultados educativos entre las diferentes comunidades autónomas. Parte importante de esta heterogeneidad proviene de factores históricos, pues las comunidades con peores indicadores educativos son las que tienen un menor desarrollo económico. Lejos de avanzar hacia una convergencia entre las regiones en su situación educativa, las diferencias no se están reduciendo de forma significativa.
En relación a los resultados del aprendizaje y la relación de la educación con el empleo, a pesar de disminuir, el estudio señala que la proporción de jóvenes entre 18 y 24 años que ni estudia ni trabaja (20,3%) sigue por encima de las medias de la OCDE (16,1%) y la UE-22 (14,3%). El 3,1% de la población de entre 18 y 24 años en España que ni estudia ni trabaja, es desempleada de larga duración, frente al 1,4 % de la media de la OCDE y el 1,7 % de la UE22.
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