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20 de abril de 2024

Garzón lleva al parque El Retiro su huelga de juguetes

Campaña de Navidad

Estos son los puntos con los que Igualdad y Consumo justifican el «sexismo de los juguetes»

El informe elaborado por Montero sostiene que las niñas son perjudicadas por la «opresión» que se ejerce sobre ellas con los «roles de género» de los juguetes

El Ministerio de Consumo ha gastado 100.000 euros en una campaña dirigida a combatir el sexismo en los juguetes. Alberto Garzón ha usado un informe elaborado por el Ministerio de Igualdad para justificar los motivos que le han llevado a concluir que los más pequeños se ven afectados por los estereotipos a la hora de jugar.
El documento fue elaborado en el año 2020 por el ministerio de Irene Montero bajo el título «Publicidad y campañas navideñas de juguetes: ¿promoción o ruptura de estereotipos y roles de género?». Estas son las conclusiones en las que Consumo ha basado su iniciativa:

La opresión del rosa

Según el estudio subvencionado por el Instituto de Mujeres el exceso de color rosa es una práctica habitual en el mundo de los juguetes. El documento afirma que no se trata únicamente de su uso en el juguete en sí, sino que los catálogos o los centros de venta contribuyen a ello.
«Basta con hacer la prueba y consultar en cualquier buscador de internet las imágenes de juguetes para niña que aparecen en la web en oposición a las que se utilizan para ofrecer los juguetes de niño; los resultados casi hablan por sí mismos», recoge el escrito. Según sus páginas se trata de una suerte de «marketing de género» derivado de la asignación que se hace de colores: el rosa es para chicas y el azul para chicos.
«Merece una conclusión propia la problemática del color rosa, un color que oprime y reprime a las niñas como se aprecia en muchos anuncios y catálogos, pero que en el punto de venta adquiere gran fuerza al crear el color predominante en la campaña de juguetes», añade.

La postura

Otra de las conclusiones del documento en el que Garzón ha basado su campaña contra el sexismo en juguetes es que las niñas representan posturas más sexualizadas y más pasivas que los niños.
«Las niñas aparecen con mayor frecuencia que los niños sentadas en el suelo, y con menor frecuencia de pie. Esta diferencia se aprecia especialmente en los anuncios de protagonismo mixto», argumentan. Un ejemplo de los ofrecidos por el estudio identifica sexismo en aquellas imágenes en las que las niñas aparecen vestidas de princesa y en pose de reverencia.

Asignación de roles

Según esta investigación, la industria del juguete perpetúa «los roles de género». El documento asegura que se mantienen «las diferencias por sexos mediante la elección de los estereotipos y la asignación de roles». Según el escrito, la presencia femenina es muy escasa en algunos contextos, como por ejemplo en las figuras de acción o en los vehículos, que son mayoritariamente masculinas. 
Por el contrario, los juguetes sobre estilismo y moda siguen siendo un espacio de feminidad en exclusiva. «Son muy significativos los estereotipos y roles sexistas que aparecen en los disfraces: ellas son princesas y ellos son superhéroes. Hay una minoría de disfraces para niñas en roles tradicionalmente masculinos (pirata, superhéroe, piloto, astronauta), pero ningún disfraz para niño ocupando algún rol tradicionalmente femenino», critican.
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