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19 de abril de 2024

Margarita de la Pisa Carrión, diputada por Vox en el Parlamento Europeo

Foro Europeo por la Vida

De la Pisa (Vox): «Cuando solo transmites miedos y falta de esperanza, las personas no se atreven a vivir en mayúsculas»

Hablamos con la diputada por Vox en el Parlamento Europeo sobre los retos a los que se enfrenta la familia, la defensa de la vida de principio a fin y el valor de la maternidad  

Este sábado se ha celebrado la primera edición del Foro Europeo por la Vida, una iniciativa del grupo europeo de los conservadores y reformistas. Su organizadora, la eurodiputada por Vox, Margarita de la Pisa, madre de familia numerosa, ha sido, según el informe de la consultora Eulytix, la parlamentaria que más iniciativas y enmiendas ha propuesto en la Eurocámara este año. Habla con El Debate sobre el foro, algunas de estas iniciativas y el valor de la maternidad y de la familia.
–Usted es madre de nueve hijos y al mismo tiempo, encabeza la clasificación de los europarlamentarios que más iniciativas y enmiendas han presentado en el Parlamento Europeo. ¿Cómo se llega a conseguir todo esto?
–Yo creo que justo lo que parece que es una pega realmente es el motor, porque el apoyo es la familia. Tenemos la idea de que la familia es una carga porque se ha hecho esa propaganda negativa de la maternidad, pero hay que decir que es al revés. Yo tengo un apoyo tremendo y eso es por lo que se hace posible. Una familia da un sentido a una vida y también te permite tener una actitud y una energía que probablemente sí no la tuviera, no la tendría, sobre todo cuando lo que estoy planteando en el Parlamento Europeo justo son estos valores; si no los creyera, no los podría decir. La familia es mi punto de apoyo.
–¿A qué retos cree que se enfrenta la familia en España y a nivel europeo en la actualidad?
–Yo creo que justo se enfrenta a esta propaganda negativa que se hace de la misma, que además a nivel personal está haciendo muchísimo daño, porque creo que la gente joven cuando está todavía en momento de decidir su futuro, tiene tal presión y tal influencia sobre lo complejo que es, se da un mensaje de todo tan difícil, que hace que las personas también lo vean así y no vean este camino de esperanza y no quieran formar una familia, no quieran comprometerse o lo hagan tímidamente. Entonces, ¿cuál es el reto? Darle la vuelta a la versión. Lo más bonito y lo que más feliz hace a una persona es comprometerse, amar, querer a otro, servir y tener niños y formar una familia, que a veces no hay niños, da igual, porque la visión de la familia, al final, es darse. Para que la familia pueda existir, la vocación de servicio y de darse a los demás debe ser considerada como algo que nos proporciona felicidad. 
–¿Qué esperanza cree que puede dar este foro frente a esa «cultura de la muerte» que impone la ley abortista, la ley de la eutanasia, la ideología de género?
–El hecho de saber que hay personas en cargos, en instituciones, como es el Parlamento Europeo, el Congreso, en las diferentes asambleas autonómicas, e incluso en las locales, que ve en esto una prioridad. Para mí eso es una esperanza absoluta. Me parece que llena de esperanza a todas las personas que tienen estos ideales y a todas las personas que están luchando por esos ideales, que saben que hay un trabajo en equipo y que su labor tiene una continuidad. 

Ver el valor que tenemos cada uno como personas únicas e irrepetibles es imprescindible para devolver el respeto y la dignidad a todas las personas

Yo veo que hay una ilusión por parte de todos de hacer como piezas del puzle que encajen y realmente den la vuelta a la sociedad, una sociedad que, como tú dices, vive en la «cultura de la muerte», ya no solamente por el aborto o la eutanasia, también pienso que es una sociedad que, de alguna manera, está muerta. Es una muerte en vida, porque cuando tú sólo transmites miedos y falta de esperanza, las personas no se atreven a vivir en mayúsculas, están viendo cómo hacer para sobrevivir. Eso también es la «cultura de la muerte». Sembrar miedos deja a la gente como congelada y, al final, es otra manera de morir.
–¿Cómo cree que debe defenderse la vida desde el principio hasta el final?
–Intentar devolver que la persona entienda el valor que tiene, no solamente el valor que tiene otro o el valor que tiene su bebé, sino que tiene uno mismo, que yo creo que se ha perdido. Pienso muchas veces que una mujer que es capaz de encontrarse en esta situación, de alguna manera, es acosada, porque la simple proposición del aborto le pone una encrucijada en la que no debería estar, porque la vida no se cuestiona. Ante un entorno de sembrarle dudas, de sembrarle miedos, si tú no te quieres, no te valoras, ¿cómo vas a valorar al bebé que llevas? La idea es devolver el valor a la vida a cada uno de nosotros. 

Para que la familia pueda existir, la vocación de servicio y de darse a los demás debe ser considerada como algo que nos proporciona felicidad

Yo pienso que eso es muy inspirador, porque creo que quien está en esta situación o incluso quien apoya el aborto, de alguna manera, no se está queriendo a él mismo. No solamente se trata de salvar la vida del bebé, se trata de salvar la vida de la madre y la de todos, porque todos hemos sido en un momento dado así de chiquititos. Si mi madre hubiera dudado, yo no estaría aquí. Creo que el que nos queramos y veamos el valor que tenemos cada uno de nosotros como personas únicas e irrepetibles es imprescindible para devolver el respeto y la dignidad a todas las personas. 
–Uno de los rankings que lidera de iniciativas presentadas al Parlamento Europeo es el de los derechos de la mujer y la igualdad. ¿Cuáles son las principales?
–Hemos hecho iniciativas, muchas de oposición, es decir, ante documentos muy conflictivos, no solamente votar en contra, sino ir punto por punto argumentando diferente. Por ejemplo, hemos propuesto una moción de resolución sobre maternidad, una moción de resolución sobre apoyo a la mujer embarazada. Te cuesta creer cómo no pueden ver el valor de la maternidad, de ahí la importancia de estar, la importancia de hacerles verbalizar que la maternidad lo ven como algo malo, negativo, y eso transmitirlo a la sociedad para que la sociedad sea consciente de la necesidad urgente de reacción, porque si no vemos positiva la maternidad, ¿qué podemos ver positiva si nuestra propia existencia depende de ella?
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