La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie
Secesionismo
Ofensiva de la ANC para que los municipios paguen sus impuestos en la Agencia Tributaria de Cataluña
De momento son cincuenta consistorios los que se han sumado a la campaña de insumisión fiscal. El más grande, el de Gerona
Ya lleva tiempo la ANC (Assemblea Nacional Catalana) insistiendo en su campaña para que los ayuntamientos practiquen la insumisión fiscal y no paguen sus impuestos a Hacienda, sino a la Agencia Tributaria de Cataluña. De momento, son medio centenar, entre ellos el de Gerona, la única capital de provincia que se ha adherido a la campaña. Hay otros municipios como Vic, La Garriga o Matadepera, y el último en sumarse al llamamiento de la ANC es el de Santa Eulàlia de Riuprimer (Osona), que ya empieza a tributar en la ATC desde este mismo mes de enero.
El objetivo de la campaña, según la entidad presidida por Elisenda Paluzie, es que los ayuntamientos «empujen» al gobierno catalán a fortalecer la llamada ‘hacienda catalana’ para «estar más preparados y afrontar con garantías la culminación del proceso de independencia cuando llegue el momento».
¿Pero qué consecuencias puede tener para los ayuntamientos dar este paso? Ninguna o casi ninguna por ahora, según nos explican los expertos consultados por El Debate. «Son movimientos de cara a la galería, para contentar a los muy cafeteros», nos dice uno de ellos, quien recuerda que en este caso la Agencia Tributaria de Cataluña sólo hace de «intermediaria» con Hacienda. Es decir, que al final, y pese esa supuesta insumisión fiscal, el dinero acaba en las arcas del Estado porque lo único que puede hacer el organismo catalán es recibir las liquidaciones y reenviarlas a Hacienda. Hay que tener en cuenta que la ATC puede recaudar el IVA, el IRPF o el Impuesto de Sociedades, pero siempre supeditada a la Agencia Tributaria. Eso sí, hay que hacerlo con algo de margen para que la ATC puede tener tiempo para tramitarlo.
Cartel de la campaña de insumisión de la ANC
De momento, la ATC recauda aproximadamente un 5 % de todos los impuestos que se pagan en Cataluña, los propios y los cedidos por el Estado, fundamentalmente. O lo que es lo mismo: en 2020 Hacienda recaudó casi 38.000 millones de euros frente a los 3.500 del organismo catalán.
Pero el objetivo de la ANC no parece ser tanto el de desobedecer a corto plazo al Estado, sino ir abriendo otro frente en este ámbito para poder situarse «en una posición de fuerza de cara a la ruptura con el Estado español». La entidad asegura que «hay que conseguir que las instituciones catalanas tengan el control del máximo de impuestos recaudados posibles y los ayuntamientos son una pieza clave para conseguir este objetivo».
Al servicio de la secesión
De hecho, una de las máximas aspiraciones del independentismo catalán es la de contar con una Agencia Tributaria propia. Y son ya varios los intentos que se han llevado a cabo, con llamamientos no sólo a instituciones, sino también a empresarios y a ciudadanos para dotar de mas instrumentos a la ATC, un órgano que se puso en marcha en 2010.
En un primer momento, se aseguró que este organismo podría llegar a recaudar cien mil millones de euros, pero a la vista está de que esta cifra está aún muy lejos. El despliegue de la Agencia Tributaria Catalana se aceleró en 2017, en pleno auge del proceso independentista. El objetivo era, y lo sigue siendo, convertirla en una herramienta al servicio de la secesión. De ahí que se inyectaran muchos millones de euros para poner en marcha más sedes y contratar más personal. De hecho, este año contará con unas 900 personas en plantilla.
Otro de los objetivos para los que nació era centralizar el pago de impuestos de corporaciones y entidades de la Generalitat, incluidos IRPF, IVA y el Impuesto sobre Sociedades de estas empresas públicas. Sistema que anuló el Gobierno en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
En 2021 la Agencia Tributaria Catalana ha recibido más de 1.400 presentaciones, cifra que multiplica por tres las del 2020.
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