Sergio Sayas (dcha.) y Carlos García Adanero (izqda.) conversan en el Congreso de los Diputados
Qué hay detrás de los votos díscolos de UPN
La rebelión de Sergio Sayas y Carlos García Adanero no ha sido una sorpresa en los ámbitos regionalistas
De no ser por lo sucedido con el voto del diputado del Partido Popular Alberto Casero, el voto rebelde de los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro habría tirado por los suelos la reforma laboral del Gobierno socialista. Una de las leyes más importantes de la legislatura, que afecta a todos los españoles, derribada por el voto díscolo de dos representantes de un partido regionalista.
«En política lo único que no puedes hacer es algo que no puedas explicar a tus votantes. Somos sus representantes y a ellos nos debemos. Por eso nunca tuve un voto tan difícil como hoy, pero tampoco nunca lo tuve más claro», aseguraba Sergio Sayas tras emitir su voto negativo.
«He votado 'no' a la reforma laboral porque lo contrario hubiera supuesto un claro refuerzo a Sánchez, presidente de España con el apoyo de Bildu. Y lo hago en coherencia con la oposición que estamos realizando desde el primer día, con el respaldo de miles de votantes», explicaba Carlos García Adanero.
«La deslealtad con los votantes, afiliados y órganos del partido es absoluta e inaceptable, por lo que pedimos a los dos representantes de UPN en el Congreso que entreguen su acta de diputado inmediatamente», respondía el partido al que pertenecen los dos diputados díscolos.
¿Ha cogido por sorpresa la rebeldía?
Sí y no. La formación regionalista suele «apartar» a los cargos díscolos en el Congreso de los Diputados. Alejados de Pamplona, tienen menos tentación de revolver las aguas del partido.
Ya lo hicieron en su momento. Sergio Sayas disputó la presidencia del partido al actual líder, Javier Esparza, en el último congreso, celebrado en 2019. Carlos García Adanero también se ha mostrado crítico con la dirección en más de una ocasión.
La dirección de UPN anuncia su decisión de votar 'sí' a la reforma laboral
Pero especialmente desde el aterrizaje de los dos diputados en Madrid, su postura se ha distanciado todavía más de la línea oficial. Sergio Sayas y Carlos García Adanero se quejaron ayer de que «ni tan siquiera nos han llamado para preguntarnos por nuestra opinión. Nos hemos enterado de la decisión del partido por los medios de comunicación». Al mismo tiempo, Esparza mostraba su decepción porque «no nos han comunicado que iban a votar no. Ni siquiera por teléfono».
Así pues las cosas, entreguen o no entreguen sus actas de diputados los dos integrantes de UPN, su futuro en la política ha quedado finiquitada este jueves. Al menos, su futuro en la política de la mano de UPN.
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