Manifestación de apoyo a los presos celebrada el pasado octubre en San Sebastián
La Audiencia Nacional revoca el tercer grado de otro etarra porque «no consta petición de perdón»
La decisión coincide con la publicación de las conexiones entre Gobierno y terroristas que buscaban el acceso al tercer grado
El terrorista Jon Crespo ha tenido que regresar esta mañana a la prisión de Basauri después de que la Audiencia Nacional decidiera revocar el tercer grado concedido por Instituciones Penitenciarias.
Crespo que está condenado a más de 25 años de prisión por colaboración con banda armada, daños, lesiones, desórdenes públicos y tenencia de explosivos se vio beneficiado por la concesión del tercer grado el 29 de septiembre, tan solo dos días antes de que el País Vasco asumiera las competencias penitenciarias.
Sin embargo, el juez de Vigilancia Penitenciaria considera que Crespo considera que «no consta petición de perdón expreso a las víctimas del terrorismo de ETA, con lo que no se cumplen los requisitos exigidos por la Sección Primera de la Sala delo penal al respecto, lo que obliga a estimar el recurso del Ministerio Fiscal».
Esta decisión coincide con el descubrimiento de los contactos mantenidos a través de intermediarios entre los presos de ETA e Instituciones Penitenciarias para que se les concedieran beneficios carcelarios.
«El próximo martes tengo una nueva reunión con Angel Luis. ¿Tenéis alguna cosa concreta que os interese traslade?», preguntó Joseba Azkárraga, portavoz de la plataforma de apoyo a los presos etarras, Sare en abril de 2019 al abogado Julen Arzuaga para que se traslade a los etarras. Precisamente Sare se ha apresurado a convocar una manifestación para el próximo sábado contra la revocación del tercer grado a Jon Crespo.
Segunda revocación
La de Crespo supone la segunda revocación de un tercer grado concedido por Instituciones Penitenciarias a un preso de ETA. El pasado 4 de octubre, la Audiencia Nacional también revocó el tercer grado concedido al terrorista Unai Fano. Y lo hizo por la misma razón, por la falta de un arrepentimiento expreso.
Pancarta de bienvenida al etarra Santi Potros cuando fue puesto en libertad, en agosto de 2019
Hace ya un año y medio que la Asociación de Víctimas del Terrorismo denunció una estrategia «orquestada por los abogados de los etarras». Consistía en hacerles firmar «cartas de falso arrepentimiento» con las que tramitar su traslado a prisiones cercanas al País Vasco. Ahora estos beneficios son ya de traslado a las propias cárceles vascas donde, gracias al traspaso de las competencias al País Vasco, los presos pueden salir en tercer grado gracias al trabajo que se les encuentra desde las instituciones vascas.
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