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20 de abril de 2024

Ayuso y Feijóo

Ayuso y Feijóo en el congreso del PP de Madrid

Congreso del PP de Madrid

Feijóo se mantuvo al margen y no propuso nombres a Ayuso para su ejecutiva

El entorno de la presidenta sostiene que «ha sido muy difícil» la selección puesto que significa dejar a gente fuera del círculo cercano de Ayuso respecto al partido en Madrid

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, no ha querido interferir en la elección de los miembros de la ejecutiva que ha conformado Isabel Díaz Ayuso tras hacerse con la presidencia del partido en Madrid.
«No se ha metido en ninguna de las decisiones y no ha dado ni un nombre», aseguran fuentes del entorno de la presidenta que valoran positivamente la independencia que Feijóo ha otorgado a Ayuso en este congreso y en la posterior formación de su nuevo equipo.
La presidenta del PP de Madrid hacía público durante la primera jornada del XVII Congreso de la formación en la región la lista de los miembros que la acompañarán en esta etapa. Un equipo sin sorpresas ni protagonismos en el que la mayoría de nombres pasan completamente desapercibidos para un gran porcentaje de madrileños. Los dos únicos nombramientos destacados fueron los de Alfonso Serrano, actual portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, que será su secretario general y el del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que formará parte de la ejecutiva como miembro nato al ocupar el puesto al frente de la capital.
Isabel Díaz Ayuso con otros miembros del partido

Isabel Díaz Ayuso con otros miembros del partidoEFE

Ayuso aseguró que el nombramiento de la nueva ejecutiva buscaba dar oportunidades a aquellos miembros que han trabajado en el partido y que, pese a ser prácticamente anónimos, han demostrado sus cualidades. La líder de la formación en la región recordó que ella misma era desconocida cuando fue designada para ocupar su puesto al frente.
Según fuentes cercanas a la presidenta, la elección de su ejecutiva no ha sido fácil. Cabe recalcar que la formación llevaba cuatro años sin un líder electo tras la dimisión de Cristina Cifuentes. El equipo de Ayuso ha roto con la etapa anterior y ha supuesto una renovación completa.

Poder a los territorios

Feijóo pretende que sus barones se hagan responsables de sus propias decisiones. El que era presidente de Galicia cuenta con experiencia suficiente como para conocer que cada territorio tiene unas peculiaridades que exigen un tipo de gobernanza distinta.
Por este motivo, el presidente del PP ha llevado a cabo una serie de gestos dirigidos a ceder la batuta de mando a sus presidentes autonómicos. Feijóo quiere gobernar pero no a sus líderes. El ejemplo más reciente se ha dado este sábado en la clausura del congreso en Madrid donde ha cedido el turno de cierre a Ayuso. «Ella era la protagonista y era su día. No el nuestro», apuntan fuentes de su equipo. De la misma manera lo hará al final del cónclave popular que tendrá lugar este domingo en Galicia.
Otra de las 'cesiones' se produjo en su campaña interna para convertirse en presidente del Partido Popular. Feijóo quiso compartir escenario con los presidentes de sus delegaciones colocando dos atriles iguales en los recintos seleccionados. De esta manera quería mostrar la equidad con sus líderes regionales.
Además, en varias ocasiones ha pedido a sus barones que no dirijan a Génova sus problemas internos. En otras palabras, que cada palo aguante su vela.

Ejecutiva reducida

Las vicesecretarías del nuevo equipo de Ayuso se han reducido en un 33% y las secretarías pasan de 38 a 25. Por otro lado, se crea una Vicesecretaría de Acción Política que busca dinamizar el partido, las sedes, el trabajo de los afiliados y las acciones políticas a desarrollar. Además, la presidenta quiere poner el foco en las áreas sectoriales más importantes para las políticas del PP, como son la familia y natalidad, economía, educación o sanidad.
Ayuso ha pedido a su equipo humildad, trabajo, respeto al afiliado (especialmente a los más mayores), profesionalidad, entrega absoluta al ciudadano y profesionalidad. Además, ha advertido que es motivo «de penalti y tarjeta roja» hablar con perspectiva de género a pesar de que durante las ponencias se ha escuchado en varias ocasiones dicho lenguaje.
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