Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Gobierno de coalición
Podemos se aferra a la coalición para apuntalar la reforma fiscal y los cambios en la ley de seguridad ciudadana antes de las generales
La formación morada quiere cumplir sus promesas electorales para evitar una mayor pérdida de voto en los próximos comicios
«La coalición es un éxito de Unidas Podemos; nos costó mucho esfuerzo convencer de que era necesario un gobierno de coalición progresista, hemos sido los principales garantes y lo vamos a seguir siendo hasta el final». Así aclaraba la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, su posicionamiento a favor de mantener el Gobierno de coalición hasta el final de legislatura. Los morados conocen que el bloque de izquierdas pierde fuerza en los barómetros y que aún quedan muchas negociaciones abiertas. Por ejemplo, la reforma de la ley de seguridad ciudadana y la reforma fiscal, dos pilares fundamentales para Podemos que se verían como un fracaso de no llegar a completarse.
La falta de entendimiento entre PSOE y Podemos ha generado una fricción continua en la que los portavoces de una y otra formación no han dudado en mostrar sus diferencias públicamente y el descontento con sus compañeros de Gobierno. Sin embargo, ambos parecen haber fijado posiciones en cuanto a la continuidad del Ejecutivo.
«Es bueno demostrar que distintas fuerzas de izquierda tienen capacidad para entenderse entre sí», declaró el presidente del Gobierno durante su visita a Bosnia. De la misma manera, se ha pronunciado Belarra este lunes al asegurar que la coalición «es un éxito» de su formación.
Lo cierto es que los números no dan y ambos se necesitan para mantenerse en el poder. Además, Podemos mantiene aún varias promesas electorales que cumplir que serían imposibles de conseguir fuera de la coalición.
Ejemplo de ello es la reforma fiscal donde la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha adelantado sus intenciones: subir el Impuesto de Sociedades para luchar contra la «injusticia fiscal» y la caída de la recaudación. La reforma fiscal es una de las que más quebraderos de cabeza ha provocado a Podemos, que ha tenido que ver como sus propuestas han sido rechazadas una y otra vez. Una pequeña cesión fue el aumento de los impuestos a la banca y a las eléctricas por parte de Sánchez. Una medida, sin embargo, que pretende ser transitoria.
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La ley de Seguridad ciudadana, o más conocida como Ley Mordaza, es otra de las obsesiones de los morados. Con los cambios, Podemos pretende que los testimonios policiales gocen de menor credibilidad y aumentar los derechos de los manifestantes. A los 29 acuerdos que ya se alcanzaron el pasado mes de marzo se sumarán otra veintena a partir de septiembre.
Además de estas leyes, Podemos quiere apurar la legislatura para asuntos tales como la ley de vivienda o la de enjuiciamiento criminal. El tiempo corre, y la formación de Belarra ya ha puesto la cuenta atrás para cumplir sus promesas electorales antes de la convocatoria de nuevos comicios.
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