Urinarios frente a la Iglesia del Salvador
Exclusiva
El alcalde de Sevilla defiende la colocación de retretes a las puertas de la histórica Iglesia del Salvador
Tras el alud de protestas ciudadanas, El Debate logra una «justificación» insólita del Ayuntamiento por la instalación de váteres junto a un templo en la final de la Europa League
A nadie en su sano juicio se le ocurriría colocar unos retretes portátiles a las puertas de la considerada segunda catedral de la capital andaluza, la histórica Iglesia del Salvador. O más bien a casi nadie.
Porque el alcalde de Sevilla y su Gobierno municipal lo consideran completamente normal y han defendido el emplazamiento de estos aseos públicos junto a este histórico y popular templo sevillano durante la celebración de la final de la Europa League el pasado mes de mayo, a pesar de las airadas protestas de decenas de sevillanos.
El socialista Antonio Muñoz Martínez, sustituto de Juan Espadas al frente de la alcaldía sevillana desde el pasado mes de enero, ha respaldado la decisión que adoptó la empresa pública municipal que él mismo preside, encargada de la limpieza y de la seguridad integral de la ciudad, según consta en un documento que obra en poder de El Debate fechado el 1 de junio de 2022.
Ni a Lipasam –así se llama la empresa pública–, que dice haber seguido en todo caso las instrucciones del Ayuntamiento, ni al regidor y su Junta de Gobierno Local les pareció inadecuado emplazar esos aseos ante un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural, receptor de decenas de miles de visitantes al año, sede de varias hermandades sevillanas y, en fin, referente histórico, social y religioso en pleno corazón de la capital andaluza.
Muñoz Martínez se ha escudado en todo momento en los criterios técnicos seguidos por la empresa municipal de limpieza, Lipasam, tratando así de descargar toda responsabilidad en esa decisión, a pesar de que desde la empresa afirma que ellos solo cumplían órdenes del Ayuntamiento.
«En coherencia con la experiencia acumulada por Lipasam en la gestión de encuentros multitudinarios, de las necesidades de ciudadanos y vecinos, así como para evitar un ensuciamiento acelerado de la vía pública por posibles conductas incívicas, Lipasam impulsó la instalación de urinarios portátiles durante los tres días en los que previó necesario», responde el Ayuntamiento en el documento al que ha tenido acceso en exclusiva El Debate.
El alcalde de Sevilla se escuda en los criterios técnicos de la empresa de limpieza Lipasam para justificar la colocación de los aseos
El plan especial de limpieza diseñado para la final de la Europa League, celebrada el pasado 18 de mayo en el estadio Sánchez Pizjuán y que enfrentó al Eintracht de Fráncfort y el Glasgow Rangers, contaba con «más de un centenar de urinarios en las zonas de mayor afluencia y movilizó a 200 trabajadores y 60 vehículos».
Iglesia del Salvador
Muñoz se ha amparado, además, en que este plan y la inclusión en el mismo de la controvertida colocación de retretes junto a la Iglesia del Salvador fue ratificada y coordinada «en el seno de las reuniones semanales del Centro de Coordinación Operativa, CECOP». En palabras del propio Gobierno municipal sevillano, el CECOP es, literalmente, el 'cerebro' que da «inteligencia» a «lo que ocurre en cada momento en la ciudad».
Una actuación «inteligente» sin licencia
A la vista está que arruinar la estética y la higiene de uno de los santuarios de la ciudad formaba parte de la actuación «inteligente» de este organismo, externalizado y asignado en concurso hace justo un año, y con duración de un trienio, a la empresa CLECE S.A. por un importe de 1.614.639,24 euros.
Documento oficial remitido por el Ayuntamiento de Sevilla.
Además de no encontrar ningún inconveniente en el hecho de mancillar un espacio tan emblemático en Sevilla, el Ejecutivo local de Antonio Muñoz tampoco ha querido aclarar si ha existido expediente administrativo con licencia de ocupación en los términos que exigiría una Ordenanza Municipal de 2008 aplicable a los espacios públicos del Conjunto Histórico de Sevilla.
En consecuencia, los lugares que aúnan devoción y riqueza histórico-artística en la ciudad hispalense no parecen dignos de especial cuidado, a tenor del proceder del regidor socialista y su equipo. Ni aunque arrecien las quejas ciudadanas contra una medida, a todas luces, impertinente e irrespetuosa.
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