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25 de abril de 2024

La acusada, durante las declaraciones de los testigos

La acusada, durante las declaraciones de los testigosEFE

Crimen de la cabeza: la condenada no causó la muerte, ¿quién lo hizo?

El veredicto del crimen de la cabeza deja una extraordinaria duda: Carmen participó en el homicidio de su pareja, Jesús María Baranda, pero no fue la mano ejecutora

¿Quién mató a Jesús María Baranda? La Justicia no lo sabe. El jurado popular no se puso de acuerdo. La pregunta a la que debían responder era: «¿En el mes de febrero del año 2019, en día no determinado, María del Carmen Merino causó intencionadamente la muerte de Jesús María Baranda?». Cinco votaron que sí y cuatro que no. Para la condena se necesitan siete votos a favor y para la absolución cinco. El jurado se había quedado embarrado en esa cuestión y no lograban tirar ni para un lado ni para el otro.
Fue entonces cuando le pidieron al magistrado cambiar el verbo «causó», por «participó». Su Señoría lo aceptó y ya se pusieron de acuerdo. María de Carmen sí participó en la muerte, pero no la causó. ¿Quién mató entonces a Jesús María Baranda?

Reconoce que destruyó pruebas

La cosa se complica aún más. En un giro inesperado en la última sesión del juicio, el abogado de María del Carmen aseguró que su clienta era encubridora. De esta forma reconoció tácitamente todas las pruebas que la acusación tenía contra ella y que se habían producido después del crimen. Es decir, la acusada compró sierras mecánicas, descuartizó el cuerpo, lo metió en bolsas de basura, cocinó la cabeza, limpió la escena…
Pero la duda principal seguía estando sobre la mesa: ¿quién mató a Jesús María Baranda? Salvo su asesino, nadie lo sabe. Lo que el jurado sí ha determinado es que Mari Carmen sí participó, pero exactamente ¿qué hizo? ¿En qué consistió su participación? Para el jurado se reduce a dos ideas: compró productos de limpieza y miró en internet cuánto tardaba en descomponerse un cuerpo. Estos dos hechos tuvieron lugar antes de la muerte y en ellos dos se basan para condenarla por homicidio.
El problema es que, objetivamente, ninguno de los dos hechos descritos por el jurado son indispensables para causar la muerte. Si antes de la muerte, María del Carmen no hubiera buscado en internet o no hubiera comprado productos de limpieza, el asesino, el que no se sabe quién es, podría haber seguido matando a Jesús María Baranda. Lo que implica que la participación que ha dado por probada el jurado popular se alejaría del homicidio y se acercaría a la complicidad. Aún así, las penas que se han pedido son las de homicidio: fiscalía y acusación particular 15 años.

El asesinato no fue probado

En cualquier caso, el fiscal perdió la batalla en el juicio. Sostenía que María del Carmen asesino a Jesús María Baranda porque afirmó le había suministrado Diazepan, un tranquilizante, para poder quitarle la vida adormecido, sin que se pudiera defender. Construyó esta idea sobre el hecho cierto de que se encontró diazepam en el análisis del cráneo, pero fue imposible determinar la cantidad. La forense durante el juicio dijo: «No sé cuánto diazepam le dio, pero tuvo que ser mucho».
Sin embargo, cuando llegaron los expertos de toxicología explicaron que por los análisis era imposible saber si había tomado una pastilla o cien o si la había ingerido un día o dos antes del crimen. Ahí se cayó el asesinato y solo quedó la posibilidad del homicidio.
No se sabe quién mató a Jesús María, pero sí hay algunas pistas que, incomprensiblemente, no se han investigado y que quizá puedan arrojar algo de luz: en el sofá de la casa de la pareja se encontró sangre de «mujer 2». ¿Quién es ella? ¿Por qué no se buscó a quién pertenecían esos restos? También se localizaron «restos genéticos de varón 2». Tampoco se investigaron. ¿Por qué? ¿A quién pertenecen? Un crimen, una condenada, dos perfiles genéticos sin nombre y una pregunta: ¿quién mató a Jesús María Baranda?

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