Fundado en 1910

28 de marzo de 2024

Entrevista a Begoña Trigo, candidata de decana del ICAM

Entrevista a Begoña Trigo, candidata de decana del ICAM

Entrevista a la candidata a decana del ICAM

Begoña Trigo: «El Colegio tiene que participar en la creación de leyes que mejoren la sociedad»

Su candidatura, formada por 13 abogados del turno de oficio, es la única encabezada por dos mujeres

Es la tercera vez que Begoña Trigo se presenta a las elecciones para liderar el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) pero no por ello ha perdido ni un ápice de la ilusión y el compromiso de quien cree, firmemente, que la labor de los abogados, con el respaldo institucional, está llamada a hacer de esta sociedad una sociedad mejor. Su plataforma, Somos Abogad@s, aspira a consolidar para los profesionales del Derecho, derechos fundamentales que, en pleno siglo XXI «es increíble que todavía no tenemos consolidados»: la salud, el descanso, la desconexión,...
Trigo es abogada del turno de oficio y socia de BTA legal y concurre con un proyecto que «no está patrocinado por ninguna empresa, editorial u organización» algo que, a su juicio, supone una ventaja para los electores que habrán de decidir quién será el próximo decano del Colegio de la Abogacía de Madrid. «Vamos sin mochilas y eso nos permitirá tomar decisiones en la Junta con absoluta independencia», asegura. Si es decana confía en atajar las «esperas interminables» que sufren los abogados en los juzgados, así como impulsar la creación de «una especialización dentro del turno de oficio dedicada, exclusivamente, a defender a los ciudadanos frente a la voracidad de las inspecciones de Hacienda».
–¿Cuáles son los puntos fuertes de su proyecto para la Junta de Gobierno del Colegio de la Abogacía de Madrid?
–Es increíble que siendo un gran colectivo de abogados no tengamos consolidados nuestros derechos. Por eso un pilar de nuestro programa es, precisamente, la consolidación de los mismos. Hemos visto en estos días cómo abogados que están en tratamiento de quimioterapia tienen que hacer escritos porque no se les suspende a la vista. Es intolerable. Tenemos que poner fin a estas situaciones y resolverlas desde una candidatura, la nuestra, en la que 13 de sus 14 miembros estamos adscritos al turno de oficio, todos los días en los juzgados y que sabemos, perfectamente, cuál es el día a día del ejercicio de una profesión que llevamos 35 años desarrollando. Y el derecho a la salud es fundamental e innegociable. Tenemos como objetivo firme y decidido consolidarlo y que no haya ningún una situación más de estrés a ningún abogado porque no se le suspende una vista teniendo un parte de baja médico que se cuestiona actualmente en los juzgados.
Tampoco tenemos derecho al descanso cuando en nuestras vacaciones de agosto recibimos notificaciones, frecuentemente por asuntos que no son urgentes, que rompen nuestro derecho a desconectar y a la conciliación familiar. También queremos acabar con esta situación y proponemos que cada vez que se de esta situación el Colegio interponga una queja al juzgado para que nos respeten. Lo mismo para el periodo de Navidad y los festivos.
–¿Tiene usted la sensación de que ha faltado comunicar mejor la labor de los abogados y, por lo tanto, dignificar la profesión en estos últimos años?
–Por supuesto. Y, prueba de ello es la respuesta electoral que estamos teniendo: de los 77.000 abogados que pertenecemos al Colegio de la Abogacía de Madrid, el más grande de Europa, acude a las elecciones menos de un 10%.
Eso conlleva una desafección con el colegio como entidad asociativa. Usted tiene la sensación. De que si la colegiación no fuera obligatoria, la mayoría de los abogados dejarían de pagar esas cuotas o dejarían de vincularse al colegio. Esta desafección es el problema más importante que tenemos y lo queremos resolver configurando una Junta que se dedique exclusivamente a consolidar estos derechos. Las esperas en los juzgados, que son nuestro día a día; o, las faltas de respeto por parte de los funcionarios, y no solamente en el tono de voz sino su actitud que llega a configurar un verdadero maltrato. A veces no nos dejan las actuaciones, nos crean situaciones de estrés que dificultan nuestro trabajo... Y el abogado que ejerce, que es el 80%, estamos en pequeños y medianos despachos.
–Considera entonces que si la colegiación no fuese obligatoria,¿ ese 80 % dejaría de pagar las cuotas?
–Posiblemente. Lo que pasa es que nuestra postura es institucionalista. El Colegio tiene un potencial enorme y necesitamos que funcione, que esté activo y cumpla su función, una función social importante. Las propuestas que nosotros hacemos en los escritos y en las diligencias en las que participamos se reflejan a veces en las sentencias. Y transformar la vida no sólo del cliente en particular, sino de toda la sociedad es toda una responsabilidad. El Colegio tiene que estar detrás.

El Colegio es el organismo idóneo para dar la batalla frente a la voracidad de una Hacienda que causa mucho sufrimiento a muchos ciudadanos

–¿Cómo piensa conseguirlo? Acercar el Colegio no sólo a los grandes despachos sino a los abogados del turno de oficio, a los pequeños despachos, a los autónomos, a la sociedad en general...
–El objetivo es que la Junta que en su día se configure, no sea transversal, porque ya hemos visto en estos últimos años que no funciona. Al haber intereses distintos, los importantes se diluyen y no se tratan con las mayorías necesarias para sacar adelante las propuestas. Nosotros queremos sacar propuestas que terminen con las situaciones de vulneración del derecho a la salud, que consoliden el derecho al descanso, proponemos una rebaja del IVA de la Justicia, queremos también crear un departamento de cobros de minutas, propuestas que faciliten la vida y el ejercicio de la profesión a los abogados. Y, cuando las cuando estén establecidas, los abogados se van a dar cuenta de que su Colegio está vivo, se preocupa por ellos y que es su Colegio.
–¿Y el turno de oficio?
–Pues la Justicia pública, que no es gratuita, primero hay que dignificarla y, para ello, reconocerla. El turno de oficio es un servicio público, no un servicio gratuito que se dota por la beneficencia de la comunidad autónoma en cuestión o del Estado. Responde a la necesidad de desarrollo de un derecho fundamental que viene reflejado en la Constitución.
El ciudadano no tiene derecho a la Justicia pública porque no tenga recursos, sino porque es ciudadano y hay que dotarle suficientemente para desarrollar sus derechos. Nada tiene que ver con su capacidad económica, tiene que ver con el desarrollo de un derecho fundamental. Estamos atendiendo en toda España a más de 1 millón de personas, los ciudadanos que vienen al despacho necesitan resolver problemas que son muy graves: pueden entrar en prisión, les pueden quitar la casa por un desahucio, se pueden quedar sin visitas con sus hijos,... Tienen situaciones muy delicadas y entendemos que el Estado se lo tiene que tomar en serio. Con 200 ó 300 € de media por expediente no se dota suficientemente este servicio público y queremos reivindicar su reconocimiento y respeto. Para ello, proponemos medidas para incrementar los baremos, las actualizaciones del IPC y, como novedad, la creación de un nuevo baremo con una parte fija y otra variable. También queremos quitar la retención del 15% que nos aplican en unas cantidades tan mínimas y tan ridículas como las que nos están abonando, cuando nos las abonan. Nos parece vergonzoso. En otro orden de cosas, queremos crear un departamento de guardias y de sustituciones. En definitiva, consolidar nuestro estatus laboral.
Y otra propuesta innovadora en el tema del oficio es la creación de un turno de Hacienda, Financiero y Tributario. Todos conocemos la voracidad de la Agencia Tributaria con los ciudadanos en los últimos años y muchos la padecemos, en una actitud de la administración que tiene más de finalidad recaudatoria que de fin social. Como no hay ningún tipo de resistencia frente a esta actuación de la Administración, abusiva a nuestro entender, creemos que la institución colegial es el organismo idóneo para dar la batalla en frenar a una Hacienda que causa mucho sufrimiento a muchos ciudadanos.
–¿Hasta qué punto usted sería partidaria o cree que deben tener un peso específico, tanto dentro del Colegio como fuera del mismo, la mediación y el arbitraje?
–La mediación y el arbitraje tienen su espacio y creo que es diferente al jurisdiccional. Yo, personalmente, soy muy garantista y aunque los procedimientos son largos, tediosos, complicados... respetan las garantías de los ciudadanos y no apuesto por una rebaja de estas garantías. Sin embargo, hay aspectos en materia de consumo, por ejemplo, en los que el arbitraje y la mediación pueden desarrollar una función esencial. No parece lógico que un consumidor al que no es que no esté de acuerdo con su compra realizada de 100 ó 200 euros tenga que acudir a un procedimiento ordinario sino que debe instalarse ya, definitivamente, un canal de mediación y de arbitraje para resolver estos conflictos en hasta determinada cuantía.

En materia de igualdad hay una profunda carencia educacional. No podemos tener la sociedad llena de de notarios, abogados, grabaciones o normas estrictas para vigilar el comportamiento de los ciudadanos...

–¿Y cómo ve usted el tema de la igualdad y la participación femenina en el ICAM?
–Por muchas normas que pongamos, que algunas están bien, no van a ser suficientes. En materia de igualdad hay una profunda carencia educacional. Así que nuestra apuesta fundamentales por la educación. No podemos tener la sociedad llena de de notarios, de abogados, de grabaciones para vigilar el comportamiento o de normas restrictivas. A veces, más que vigilar el comportamiento de los ciudadanos tenemos que educarles desde el colegio. Nuestra propuesta es que se eduque desde el colegio y que se lleven los derechos fundamentales a las aulas en la escuela para enseñar a los niños desde pequeños lo que es la igualdad, el respeto por el talento, la no discriminación,... Esto no se está haciendo y es esencial para solucionar todas estas situaciones de violencia o maltrato que se dan. Hay un caldo de cultivo muy importante todavía en favor de la discriminación de la mujer, y esto se percibe en el día a día, en aspectos culturales, en los medios de comunicación, en las películas, en la música,... Donde, con demasiada frecuencia la mujer es el objeto. Tenemos que desarrollar un espíritu crítico con este patrón para que no crezca. Lo demás son parches a las consecuencias de una mala educación.
Desde luego que hay paridad por ley en algunos organismos pero la realidad es que hay un techo de cristal, que más que de cristal parece de hierro. En los jueces es verdad que muchas mujeres son juezas, la mayoría de la carrera, pero la cúpula de los órganos de gobierno, de los tribunales más importantes,... están configurados por hombres.
–Las candidaturas a estas elecciones, sin embargo, casi alcanzan la paridad, tres a cuatro, ¿se ajusta esto más a la realidad?
–Pues sí, es una buena noticia que las mujeres se vayan animando a ocupar puestos de responsabilidad porque tienen todo el derecho del mundo. Seamos valientes. Si tenemos algo que decir, intentemos que se nos escuche en igualdad de condiciones que al resto de personas y a los hombres. En nuestra candidatura, en concreto, nos postulamos una mujer para decana y una mujer para vicedecana. Somos la única candidatura que presenta dos mujeres en los puestos de mayor responsabilidad de la Junta. Tenemos muy clara la necesidad de llegar a una igualdad real y el papel que tenemos que desempeñar para que esto sea posible.
–¿Y qué me dice de los jóvenes, de los nuevos abogados, de quienes se enfrentan a una Sala de juicios por primera vez?¿En qué medida el Colegio puede arroparla, guiarles, ayudarles y cómo lo ve usted desde su proyecto?
–Los jóvenes abogados deben entender que la Abogacía no es una mera profesión sino una forma de vida y el Colegio tiene que arropar y estar en todas las fases de esa vida. Desde las nuevas incorporaciones hasta los mayores. Tenemos un proyecto para hacerlo posible. En relación a los jóvenes, planteamos que tengan toda la asistencia necesaria que demandan en sus inicios y por eso proponemos la creación de cooperativas que faciliten métodos de convivencia en coliving tanto de uso habitacional, como como profesional, para que tengan un fácil acceso tanto a la vivienda como al despacho profesional.
Necesitan, desde luego, asesoramiento y y acompañamiento desde el primer momento, porque es verdad que cuando salen de las universidades -y lo digo por experiencia porque yo acojo en mi despacho como tutora, en colaboración con varias universidades de Madrid, a estudiantes de prácticas- no tienen mucha idea. Y necesitan estar en un despacho un tiempo y hay que facilitarles estos despachos para que ellos puedan aprender y acompañar a los abogados en los juicios y familiarizarse con el entorno y quitarles el miedo a ejercer en materia de formación y de cuotas. Desde luego, rebajarles las cuotas hasta que correspondan con los ingresos que tengan. Es verdad que hay jóvenes que ganan dinero, pero la mayoría no pueden hacer frente a pagar la totalidad de las cuotas en los primeros años de ejercicio. Proponemos, además, una tarifa plana en formación que les permita, con una cuota reducida, abonar el gasto de los cursos que van a necesitar en sus primeros años de ejercicio.
Queremos abrir de par en par la puerta al talento de los jóvenes porque una cosa es el talento y otra cosa es la experiencia. Pueden tener mucho talento, pero la experiencia se gana con los años, así que hay que aprovechar esos talentos. Y, luego, es verdad que también nos cuentan que hay veces en las que se producen prácticas abusivas en los despachos donde están trabajando y queremos solucionar estos problemas e intervenir desde el ICAM para poner fin a estas dinámicas.
–¿Cree que ha faltado transparencia en los últimos años de gestión del Colegio?
–Ha faltado transparencia, ha faltado cercanía, ha faltado tener un proyecto para los abogados y ha faltado una Junta de gobierno viva, activa y presente. Y, de hecho, este es el problema y su consecuencia directa es la desafección de la mayoría de los abogados a su Colegio. Y es lo que tenemos que recuperar. Fíjese la falta de transparencia que hace escasos días se ha votado sobre la subida de la cuota del Consejo General de la Abogacía y, mientras en las redes sociales todos han dicho que no, resulta que ha salido que sí. O sea que es una cuestión que evidencia que la transversalidad de las juntas no funciona.

Los abogados del turno de oficio realizamos un trabajo en beneficio de la sociedad, para defender sus derechos y libertades. Ya es hora de que así se reconozca y respete

–¿Cómo se financia su campaña? ¿Hay alguien algún gran despacho, alguna entidad?
–Somos absolutamente independientes y no abanderamos ninguna ideología. Nuestra única bandera es el proyecto común que tenemos para desarrollar los derechos de los abogados y de la sociedad en general. No estamos financiados por ningún partido, ningún sindicato, ninguna asociación, ningún despacho grande o pequeño, no tenemos financiación externa. Cada uno estamos sufragando los gastos de la campaña. Es verdad que hay algunos compañeros que aportan más, otros menos, y luego tenemos una ayuda inestimable de colaboradores que gracias a su buena voluntad y a su fe en nuestro proyecto, están haciendo una labor extraordinaria. Desde aquí les quiero enviar a todos ellos mi agradecimiento y el de toda la candidatura.
–Tres deseos para la Abogacía madrileña, extensivos a la Abogacía española, para los próximos cinco años...
–Primero, que no seamos cómplices de las situaciones de abuso que se están dando tanto a los abogados como a la ciudadanía. Tenemos una responsabilidad social, el Colegio con sus abogados y también con la sociedad y los abogados con nuestros clientes y también con la sociedad. Debemos alzar la voz y participar. Este es mi primer deseo, una mayor concienciación de los abogados de que tienen que participar, porque los gestos que realizan son esenciales para entrar en un nuevo ciclo que necesitamos todos.
El segundo deseo es la dignificación, desde luego, del turno de oficio. Que se entienda que el trabajo que realizamos es un trabajo en beneficio de la sociedad para defender sus derechos y que así se reconozca y respete. Y, en tercer lugar, que los abogados a través de los colegios, podamos intervenir en el desarrollo de los derechos de los ciudadanos, participando en las leyes y mejorando el día a día de la sociedad, para que no se dicten leyes tan ajenas a la realidad de los ciudadanos. Nosotros estamos en contacto directo con la calle todos los días y en los juzgados. Sabemos exactamente qué es lo que necesita esta sociedad.
Comentarios
tracking