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29 de marzo de 2024

Los menores desaparecidos en Carabanchel

Los menores desaparecidos en CarabanchelSOS Desaparecidos

Arranca la búsqueda del pequeño Ángel en el vertedero de Toledo

El cuerpo sin vida de su primo Fernando fue localizado el pasado 15 de diciembre, aunque no era reconocible y hasta ayer no se confirmó su identidad por huellas dactilares

Al padre de Fernando le dieron la noticia sobre las dos de la tarde. Le comunicaron que su hijo había sido localizado por dos operarios en la cinta de clasificación de la basura del vertedero de Toledo. El hombre rompió a llorar ante los agentes, pero logró recomponerse, secar las lágrimas y volver a casa. En la puerta las fuerzas le abandonaron y cayó desmayado al suelo. Todavía no se podía creer como la mala fortuna le había envuelto en su trágico abrazo.
Sus miedos arrancaron el pasado sábado 10 de diciembre. Su hijo Fernando, de 17 años, y su primo, el pequeño Ángel, de 12, habían entrado en un supermercado a comprar un sándwich y después se habían volatilizado. Presentaron denuncia unas horas después. A los agentes les contaron lo que sabían, que los chavales, a pesar de la diferencia de edad funcionaban como un binomio del ejército: eran inseparables. No tenían enemigos, ni los pequeños, ni sus padres. Fernando fuera de Madrid conocía una exnovia con la que había roto. Ella vivía en Toledo.
Los investigadores de la Jefatura de la Policía Nacional de Madrid pidieron las cámaras del super y lograron verlos: salían juntos, contentos. Nadie les había secuestrado ni les estaban forzando. La siguiente pista situó a los menores en Marqués de Vadillo, en la línea verde del metro de Madrid. Caminaban juntos sin problema aparente. Estos indicios indujeron a los responsables de las pesquisas a creer que se trataba de una fuga voluntaria. Aun así, las familias alarmadas por la ausencia de demasiados días distribuyeron su fotografía a través de los medios de comunicación.

Testigos los sitúan en Toledo

La iniciativa dio sus frutos: dos testigos llamaron a la Policía de Toledo diciendo que ellos habían visto a Fernando y a Ángel en la estación de autobuses en la tarde noche del mismo día en que desaparecieron. La rápida difusión de sus imágenes hizo que cuando los agentes acudieron a la estación, los videos no se hubiesen borrado. Al revisar las imágenes localizaron a los menores. Caminaban libres, deambulando, como desorientados. Hasta ahí habían conseguido reconstruir los responsables de las pesquisas el misterio de la desaparición. Sospechan que viajaron a Toledo con la intención de ir a ver a la exnovia de Fernando.
El quince de este mes, cinco días después de la desaparición, dos operarios del vertedero de Toledo, detectaron en la cinta de reciclaje un cadáver. Inmediatamente apretaron el botón de stop. El proceso de basura quedó interrumpido. El cuerpo estaba en muy mal estado: irreconocible. Hay que tener en cuenta que había entrado desde un contenedor de basura al camión, donde se había golpeado y había sido aplastado junto al resto de desperdicios. El cuerpo fue trasladado al anatómico forense donde se le sometió a una autopsia para conocer las causas de la muerte. Los resultados provisionales, a falta de los análisis de tóxicos, apuntan a una muerte natural por asfixia. Es decir, que no hubo intervención de terceras personas.

Muerte natural

A partir de este punto es donde solo hay hipótesis. En Toledo, la noche de su desaparición hizo un frío intenso: apenas superaron los dos grados de temperatura. Teniendo este dato en cuenta, los agentes barajan varias ideas, entre ellas que se metieran dentro de un contenedor de basura para guarecerse. Posiblemente la falta de oxígeno al estar tapado el contenedor hizo que falleciera por asfixia como han confirmado los forenses.
Al día siguiente el camión de basura vertió el contenido en el camión y, si seguía vivo, allí la presión del resto de basura contra el rostro pudo provocar que no pudiera respirar y perder así la vida. Sin embargo esta teoría hubiese dejado golpes ante mortem (antes de la muerte) en el cuerpo y la autopsia dice que no hay signos de violencia.
La sospecha, aún sin confirmar, es que Fernando y Ángel estuvieran dentro de ese contenedor. Basándose en esa hipótesis, la Policía va a registrar el vertedero. El primer lugar que van a vaciar es la tolva o fosa donde los camiones depositan su basura al llegar al basurero. Quizá el cuerpo del niño esté todavía dentro. De allí, con una grúa se va sacando y se deposita en la cinta para que los operarios puedan reciclar el contenido. Así se localizó a Fernando. Si no se haya el cuerpo de Ángel en la tolva, la decisión es registrar el vertedero entero. Con toda probabilidad con la ayuda de los perros de la Unidad Canina de Restos Humanos. Y esta titánica labor comienza hoy.

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