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20 de abril de 2024

Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal

Alberto Núñez Feijóo y Santiago AbascalPaula Andrade

El alejamiento de Feijóo de Vox: ¿repudio o estrategia electoral?

Desde Génova aseguran que la relación «es cordial» a pesar de las «diferencias profundas» con el partido de Santiago Abascal

La derecha política española, representada por el Partido Popular y Vox, no termina de cuajar entre sí. Varias han sido las ocasiones donde la formación dirigida por Alberto Núñez Feijóo ha preferido distanciarse de la de Santiago Abascal. Todo ello, a pesar de que las encuestas reflejen que ambos partidos se necesitan para gobernar a nivel nacional como de hecho ha ocurrido, a nivel regional, en lugares como Castilla y León.
El último ejemplo de ello fue la manifestación celebrada el pasado día 21 donde varias asociaciones convocaron una protesta en Cibeles. Abascal estuvo, Feijóo decidió no asistir excusado en dar protagonismo a los ciudadanos y no a los políticos. Una vez más, el líder del PP evitaba la foto con el de Vox. El objetivo de Feijóo es claro: acoger todo tipo de voto, de izquierda a derecha, y hacerse con el grueso del centro que le permita alcanzar una mayoría suficiente para depender lo menos posible de futuros socios. Eso sí, puestos a elegir, no queda claro si los puentes necesarios se tenderían a favor de Vox o del PSOE.
Lo cierto es que el distanciamiento entre el PP de Feijóo y Vox parece cada vez mayor. Desde Génova señalan que «no existe ningún problema» y que, simplemente, ahora hay otras prioridades a las que atender. Sin embargo, a pesar de la intención del líder de los populares de reunirse con los dirigentes de otros partidos políticos, la reunión mantenida con Abascal en septiembre del pasado año no fue revelada hasta que los medios de comunicación la hicieron pública. De hecho, el propio Feijóo se encargó de descafeinarla aludiendo que, igual que se había reunido con Abascal, también lo había hecho con Yolanda Díaz. «Tenemos una relación razonable y cordial a pesar de las diferencias profundas», destacan desde el equipo del presidente.

Cuestión de estrategia

Desde el Partido Popular apoyan su actitud en la necesidad de tener una estrategia política que permita arrebatar la Moncloa a Pedro Sánchez. «Nosotros no estamos dispuestos a quitar votos a Vox sino a Sánchez», explican.
Los populares han echado cuentas y las sumas son muy simples: mientras el PSOE tiene 120 escaños en el Congreso de los Diputados, Vox cuenta con 52. «Queremos competir con Sánchez y sus escaños», apuntan las mismas fuentes.

Movilizar a la izquierda

Otra de las razones que sostienen el aparente distanciamiento con Vox es el miedo a movilizar a la izquierda. Si bien la estrategia de alertar sobre la «llegada de la ultraderecha» parece agotada, un acercamiento con la formación de Abascal podría reactivarla.
«No nos interesa que el votante desmovilizado de izquierdas quiera acudir a votar», apuntan afeando que comentarios de Vox han provocado justamente eso. Se refieren con ello a momentos como los protagonizados por la diputada de Vox Carla Toscano que aseguró en el Congreso de los Diputados que el «único mérito» de la ministra de Igualdad, Irene Montero, era «haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias». El comentario provocó una gran polémica que copó titulares dejando a Montero vía libre para quejarse de lo ocurrido e intentar sepultar el caos que supone la aplicación de la ley del 'si es sí'.

El votante de Vox, harto

Una de las aristas más afiladas de la estrategia de Feijóo es el malestar que provoca entre los votantes de Vox. Gran cantidad de los simpatizantes de dicha formación ven como un ataque el rechazo constante del PP hacia el partido.
Así lo enfatizan también desde el propio Vox que consideran que, en ocasiones, los gestos de los populares son un «insulto» hacia sus votantes. Varias han sido las ocasiones en las que el partido de derecha se ha ofrecido al PP para iniciar negociaciones o establecer reuniones sin llegar a conseguir lo deseado.

No con el PSOE (de Sánchez)

«Los pactos de Estado llegarán con otro PSOE». Así se expresó Feijóo en octubre del pasado año durante la celebración de un evento. A pesar del intento constante del PP de entablar diálogo con el Gobierno, el Ejecutivo de Sánchez ha preferido obviar a la oposición.
Tanto es así que los documentos enviados desde Génova con propuestas han acabado en un cajón de la Moncloa. Por este motivo, Feijóo incluyó en su plan institucional una medida que fiscalizaría la comunicación entre Gobierno y oposición. El líder del PP se ha quejado recientemente de no recibir información por parte del Ejecutivo en asuntos tan graves como el atentado yihadista de Algeciras o el cambio histórico del posicionamiento de España con respecto al Sáhara.
Desde su entrada en Génova, Feijóo ha insistido en los «grandes pactos de Estado» como forma de Gobierno. Algo que se le ha criticado en los sectores más duros de la derecha por considerarse una constante mano tendida al partido que mantiene un pacto con partidos como Podemos, Bildu o ERC.
Por el momento, los datos en las encuestas sonríen al PP y el PSOE, para el que tampoco pasan desapercibidos y ha puesto en marcha la maquinaria para alejar la palabra 'moderación' del nombre de Alberto Núñez Feijóo.
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