Pablo Iglesias ha cargado este jueves contra el Partido Popular desde su programa de radio y ha desarrollado, camuflada en apariencia de broma o fantasía, la idea de infiltrar agentes de la Policía y la Guardia Civil en el Partido Popular para que mantengan relaciones sexuales con sus dirigentes: «Sabiendo cómo es la derecha, eso no tiene que ser muy difícil. En la cama estos corruptos de mierda cantan la Traviata», ha espetado Iglesias sin ningún tipo de pudor como parte de una conversación ficticia entre él y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Pero la diatriba del exvicepresidente no se ha quedado ahí. No contento con llamar lascivos a los dirigentes populares, también les ha acusado de drogadictos: «Y si nuestros agentes les ofrecen droga, ya ni te cuento. Que los del PP, Fernando, son unos viciosos», ha comentado entre risas.
Y ha pasado a los nombres propios: «Si hacemos que unos cuantos agentes se hagan pasar por peperos de toda la vida y engañan a Pablo Casado, Feijóo, Cospedal, Ayuso o a Margallo, seguro que pueden contarles cosas que nos resultan útiles para defender la democracia».
Todos estos ataques al PP y sus dirigentes para hablar a sus oyentes del caso del policía encubierto en el movimiento okupa de Barcelona. Aunque para Iglesias, estos «colectivos sociales de la izquierda» como el movimiento okupa son equiparables al principal partido de la oposición.