Pedro Sánchez 'vende' con ímpetu su influencia internacional, pero acumula sonoros desplantes
Sánchez acumula desplantes internacionales: el de Mohamed es solo el último de la lista
Desde que llegó al poder el presidente del Gobierno ha recibido ninguneos por parte de EE.UU. y Europa que no han hecho más que mellar la influencia de España en el panorama internacional
El desplante del Rey Mohamed VI a Pedro Sánchez al no recibirlo durante su visita a Rabat esta semana con motivo de la celebración de la primera Reunión de Alto Nivel celebrada entre España y Marruecos desde 2015 es solo un ejemplo de los ninguneos internacionales que el presidente del Gobierno acumula en su haber desde que llegó al poder junto a Unidas Podemos.
El veto al brexit que en 2018 el propio presidente del Gobierno declaró a Reino Unido en los momentos de las negociaciones de salida de la Unión Europea si no se respetaba la prioridad de España sobre el Peñón pareció no importarle a la por aquel entonces primera ministra británica, Theresa May, quien acto seguido del órdago de Sánchez publicó un borrador de la declaración política del brexit en el que en ninguno de sus 26 folios mencionaba a Gibraltar y lo hablado con Sánchez. Un duro golpe que Sánchez tuvo que asumir en sus primeros meses de mandato.
Muy comentado fue también el paseíllo de 30 segundos que el presidente del Gobierno realizó junto a su homólogo americano Joe Biden en los pasillos de la OTAN en junio de 2021 y que, en su momento, Moncloa quiso vender como un encuentro entre presidentes de alto nivel. Sin embargo, los vídeos mostraron la evidencia de que Biden no le dedicó el tiempo esperado.
Un desplante a nuestro presidente y al país, que habría cabido esperar si se hubieran tenido en cuenta las señales previas: Sánchez fue uno de los últimos líderes internacionales a los que Biden llamó por teléfono tras su llegada a la Casa Blanca.
Y a estos habría que sumarle la ausencia de Sánchez en los debates clave que Estados Unidos ha ido manteniendo con los principales líderes de Europa desde que estalló la guerra de Ucrania. En ninguno de los celebrados, ya sea por videoconferencia o de forma telemática, Sánchez ha sido invitado cuando sí lo han sido Boris Johnson (Reino Unido), Emmanuel Macron (Francia) y Olaf Scholz (Alemania), en primeras instancias, e incluso Mario Draghi (Italia) en unas conversaciones realizadas en marzo de 2022. Un país este último que se equipara en peso económico y demográfico con España.
Pero a Sánchez le riegan los desplantes hasta en su propia casa. En la reciente cumbre hispano-francesa celebrada en Barcelona con Macron que el Gobierno había orquestado para escenificar el fin del procés catalán, el presidente autonómico Pere Aragonès, antes de dejar plantados a todos antes de la ceremonia de los himnos, dejó en evidencia a Sánchez al decirle a Macron que Cataluña quería «ser un socio europeo».
Toda una serie de desprecios que dejan entrever la escasa influencia que Sánchez y España tienen a nivel internacional.
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