Sánchez convoca la campaña electoral en plenos Sanfermines
El inicio de la campaña electoral coincide con el Chupinazo de las fiestas españolas más internacionales
La convocatoria de elecciones generales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para el próximo 23 de julio supone la primera vez que tienen lugar en plenas vacaciones estivales. Pero quizá, sin intención por parte de Sánchez, se produce en un momento mucho más inédito y, al mismo tiempo, folclórico, el 6 de julio, día de inicio de la campaña electoral, es el día en que comienzan los Sanfermines de Pamplona, las fiestas más internacionales y una de las más multitudinarias del calendario patrio.
Esto significa que buena parte de la campaña electoral, 9 de los 15 días, tendrán lugar en plena vorágine festiva en Navarra, lo que complica de una forma desconocida hasta ahora el desarrollo de los mítines electorales.
Y es que a muchos pamploneses no les gusta mezclar las fiestas con la política, salvo si se pertenece a la izquierda abertzale y se dispone de una pancarta reivindicativa. Hace cinco años, el 9 de julio de 2018, el entonces presidente del Partido Popular, Pablo Casado, acudió a las fiestas de San Fermín y el recibimiento que tuvo no fue el mejor ni el más respetuoso. Incluso los representantes del Partido Popular sufrieron un intento de agresión por parte de un radical.
«Hay que tener el coraje y la valentía de no dejarse intimidar y plantar cara a esta gente, que no puede ganar». «Tenemos que recuperar el espacio electoral y la dignidad para Navarra, para el País Vasco y también para Cataluña», consideró Pablo Casado en ese momento.
Este año 2023, la totalidad de los Sanfermines se desarrollarán en plena campaña electoral. Así que el ya tradicional cántico de los Sanfermines de «Fiestas sí, política no» quedará un poco desdibujado.
Además, se iniciarán apenas tres semanas después de que se constituyan los parlamentos y ayuntamientos, por lo que, en caso de generarse tensión en el proceso constituyente, ésta se podría trasladar a las fiestas.
Cuesta imaginarse un encierro de toros por las calles con los carteles electorales colgados de las farolas, un concierto contraprogramando a un mitin electoral, una corrida de toros donde los presidentes de las mismas son precisamente políticos, o un Chupinazo donde los invitados a la Casa Consistorial son precisamente la clase política.