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Ignacio Rivas, portavoz de Vox en Salamanca destituido por los dos concejales críticos

Ignacio Rivas, portavoz de Vox en Salamanca destituido por los dos concejales críticosVox

Vox refuerza al portavoz destituido por los dos concejales díscolos en Salamanca

En los próximos días, Ignacio Rivas, hasta este lunes portavoz del grupo municipal, emprenderá acciones legales para obligar a los críticos a demostrar en sede judicial su acusación sobre «uso indebido» del dinero

Este lunes, se produjo en Vox Salamanca un nuevo movimiento después de la expulsión del diputado autonómico por esta provincia Javier Teira, junto a la procuradora por Burgos Ana Rosa Hernando. Dos concejales del grupo municipal, María Ángeles Carpio y Alejandro Pérez de la Sota, solicitaron al Ayuntamiento que Ignacio Rivas, el número uno de la candidatura, fuera destituido como portavoz y pasara al Grupo Mixto. Un movimiento que Vox ha tratado de contrarrestar pidiendo al Consistorio que los que pasen al grupo de no adscritos sean estos dos ediles díscolos, según indican fuentes de la dirección, dado que además se dieron de baja como afiliados de Vox, por lo tanto ya no representan al partido.

Desde Bambú lo que trasladan es que quien representa a Vox en Salamanca es Ignacio Rivas y señalan que estos dos concejales críticos están llevando a cabo una «intoxicación» para tratar de «desprestigiarle». Estas fuentes lo afirman aludiendo a las declaraciones que el nuevo portavoz, Pérez de la Sota, ha hecho esta mañana en rueda de prensa, en las que ha indicado que tiene sospechas de un «uso indebido» del dinero por parte del partido. Unas acusaciones que desde el partido niegan, asegurando que tienen la justificación de los pagos. Así, desde Vox confirman a El Debate que en los próximos días Ignacio Rivas emprenderá acciones legales por difamación, para obligar a los dos críticos a tener que demostrar en sede judicial dichas acusaciones.

Los dos concejales díscolos de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca.

Los dos concejales díscolos de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca.Europa Press

Hace poco más de una semana saltaba a la esfera nacional un movimiento que venía produciéndose desde hacía un tiempo, y que conllevó la expulsión de los dos procuradores de Castilla y León, que se habían mostrado críticos con varias decisiones del partido y con una supuesta falta de «democracia interna». Todo adquirió mayor atención mediática con la dimisión de Juan García-Gallardo, hasta el pasado lunes portavoz en las Cortes, una salida que, como comunicó, se producía por discrepancias con la dirección nacional, recalcando que no apoyaba «en absoluto» los motivos que llevaron a los dos diputados expulsados a «desafiar» públicamente a la dirigencia.

Desde el primer momento, el partido ha negado que haya una crisis interna. Este fin de semana, el propio Santiago Abascal hablaba en Murcia, durante una comida con afiliados, de «ataques» de Génova en plena negociación de los presupuestos autonómicos. «¿Cómo que manda Madrid?», dijo en alusión a quienes hablan de que todo se ordena en su sede de la capital. «Mandan los afiliados, que han elegido un Comité Nacional y a un presidente y le han dado los poderes para dirigir un partido y para acabar con las ambiciones y las batallitas internas, y para ir todos en una dirección», afirmó, reivindicando una unidad de discurso en todo el territorio nacional. «Ese es el partido que vamos a tener mientras yo sea el presidente, no va a cambiar», subrayó.

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