
Pantalla informativa en la estación de Chamartín en Madrid
La incidencia en Chamartín del tráfico ferroviario de alta velocidad deja a más de 34.000 pasajeros afectados
El descarrilamiento parcial de un tren al entrar en la estación madrileña provoca una caída del suministro eléctrico que ha dejado sin servicio parte de la red ferroviaria; Adif y las operadoras trabajan para restablecer la normalidad mientras crecen las críticas por la gestión de la crisis
Una importante avería ferroviaria ha provocado la interrupción del tráfico de alta velocidad en la estación de Madrid-Chamartín Clara Campoamor, afectando a más de 34.000 personas. La causa del incidente ha sido la salida de un eje de un tren que accedía a la estación, hecho que ha ocasionado una pérdida de tensión en la catenaria, paralizando parte del servicio.
Según las cifras facilitadas este jueves por las principales operadoras ferroviarias, Renfe estima que alrededor de 24.700 de sus viajeros se han visto perjudicados por esta situación. Por su parte, Iryo ha comunicado que sus pasajeros afectados ascienden a 4.700, mientras que Ouigo ha elevado la cifra a 5.000 usuarios.
El administrador de infraestructuras ferroviarias, Adif, continúa trabajando en la retirada del convoy implicado, así como en la restauración del suministro eléctrico en la estación. Aunque algunos trayectos desde Madrid hacia Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria siguen operativos, Adif ha advertido de posibles demoras significativas en dichos servicios.
Mientras tanto, los enlaces ferroviarios con la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia permanecen suspendidos desde Chamartín. De manera provisional, algunos trenes con destino a estas comunidades serán desviados a la estación de Atocha, que asumirá parte del tráfico afectado.
Renfe ha señalado que solo en el eje entre Madrid y el Levante español hay alrededor de 9.000 pasajeros afectados. La incidencia ha desatado una ola de críticas por la falta de información y soluciones inmediatas para los viajeros. La Asociación Española de Consumidores ha reclamado responsabilidades políticas por lo que califica como «un desastre en la gestión de un servicio público esencial», y denuncia que no se están prestando medidas de asistencia mínimas ni información clara a los usuarios.
El suceso, que evidencia una vulnerabilidad crítica en la red de alta velocidad, pone de manifiesto la necesidad de revisar los protocolos de respuesta ante emergencias ferroviarias y la coordinación entre operadoras y gestores de infraestructura para minimizar el impacto sobre los ciudadanos.