La mujer de Lambán acusa a Alegría de ser promocionada por Cerdán

El escándalo de corrupción que afecta de lleno al seno del partido, y que ha derivado, por el momento, en la dimisión del secretario de Organización, Santos Cerdán, al que el último informe de la UCO, entre otras cosas, señala como el «enlace» entre el aparato político del partido y la trama corrupta de Víctor de Aldama, ha provocado una crisis interna –o más bien ha ahondado en la que ya existía– y un malestar entre socialistas de diferentes territorios, que reclaman medidas más contundentes ante estos hechos e incluso algunos se muestran a favor de un adelanto electoral.

Uno de los socialistas críticos, que viene mostrando con contundencia su rechazo a la deriva del partido en los últimos tiempos, es el expresidente de Aragón y exsecretario general del PSOE en la región, Javier Lambán. Este jueves escribía en redes sociales: «Es hora de ser libres en el análisis y la opinión y no confundir sumisión con lealtad. Es hora de ser demócratas y pensar ante todo en España». Y poco después en una entrevista en Aragón Radio afirmaba que en este momento «el país no tiene otra salida que la de las elecciones», y que su partido «tendría que dar algunos pasos imprescindibles para sobrevivir como fuerza», llegaba a apuntar.

Este sábado su mujer, Marisa Lázaro, se ha hecho eco de un artículo de El periódico de Aragón titulado «Santos Cerdán, el hombre que silenció a Lambán y trajo el 'sanchismo' a Aragón», y en su cuenta de Facebook ha venido así a acusar a Pilar Alegría, ministra y portavoz del Gobierno y actual secretaria general del PSOE aragonés, de haber sido promocionada por Cerdán. El subtítulo del artículo recoge que: «el exsecretario de Organización del PSOE ha sido una figura clave en el desarrollo del proyecto de Ferraz en Aragón y en el impulso a Pilar Alegría».

Cuando se debatía sobre quién sucedería a Lambán como líder de los socialistas en la comunidad, este manifestó su disconformidad con que lo fuera a hacer Alegría, la candidata de la dirección nacional.

A su juicio, debía ser una persona «que haya demostrado desvivirse por el territorio, dejarse la piel por el territorio por las tres provincias de la comunidad, que esté bien avenida con la verdad, que tenga principios, que no sea un simple transeúnte ventajista de la política, sino que realmente venga la política a aportar lo mejor de sí mismo y a que la sociedad a la que pertenece crezca».

Al Congreso regional en el que se ratificaba su nombramiento, Lambán declinó asistir. «Creo que mi presencia no resultaría muy grata ni para la nueva dirección ni para mí», dijo entonces.