Las lluvias llegan tarde al olivar andaluz

Las lluvias llegan tarde al olivar andaluz

Sequía

Las últimas lluvias alivian la complicada situación del campo andaluz

Las actuales precipitaciones llegan tarde para la aceituna, pero ayudarán al pasto y el cereal de invierno

Han tardado, pero las lluvias por fin han llegado a Andalucía. A pesar de que los embalses andaluces hayan perdido dos hectómetros cúbicos de agua en la última semana, las más recientes precipitaciones, que continuarán en los próximos días, han aliviado la complicada situación que atraviesa el campo andaluz.
Andalucía es la comunidad con menor reserva hídrica de España. Según los últimos datos, los pantanos andaluces aún conservan 2.660 hectómetros cúbicos, el 22,28 % de capacidad; de los cuales 1.499 los guarda la cuenca del Guadalquivir, que se encuentra al 18,67 % de sus posibilidades. Al contrario que el conjunto de los embalses de la región (-2 hm³), la principal demarcación hidrográfica de Andalucía ha recuperado volumen en la última semana, aunque apenas 5 hm³ (0,06 %).
Por su parte, la Cuenca Mediterránea Andaluza se ha vaciado 4 hm³ (-0,34 %) y se ha quedado con 390, al 33,22 %. En cuanto al resto de las cuencas intracomunitarias, los embalses del Tinto, Odiel y Piedras, en Huelva, han ganado 1 hm³ (0,44 %) y guardan 149 (65,07 %), mientras que los Guadalete-Barbate, en Cádiz, han perdido 2 hm³ (-0,12 %) y conservan 349 (21,14 %).
Por provincias, la sequía azota particularmente a Córdoba, cuyas reservas se encuentran al 14,1 %, algo mejor que hace una semana. En los últimos siete días, los pantanos cordobeses han embalsado 3 hm³ (0,09 %), hasta los 468; particularmente, el de Iznájar, el de mayor capacidad de Andalucía, ha subido 4 hm³ (0,43 %), hasta los 123 (13,37 %). Las reservas de Almería, al 15,63 %, y de Jaén, al 17,1 %, también están en niveles de alerta máxima.

Unas lluvias tardías

Las actuales precipitaciones ya no beneficiarán a la aceituna y los cítricos. En el caso de la aceituna, cuya recogida se ha retrasado, los olivareros esperan que las próximas lluvias engorden el fruto, que, en cualquier caso, será más pequeño de lo habitual, y les otorguen mejores perspectivas para la temporada que viene.
Al respecto, en declaraciones a Europa Press, desde Asaja Sevilla advierten del «tremendo» daño que está haciendo la sequía al olivar –tanto de mesa como de molino–, a los cítricos, a los cultivos hortícolas y a otros arbóreos, como el almendro o la viña, así como a la nueva sementera.
Sin embargo, y pese su tardanza, estas precipitaciones ayudarán al pasto y el cereal de invierno y, si caen en abundancia, a la nueva campaña de riego. «La siembra de los cereales de invierno está muy retrasada y pendiente de la lluvia. La falta de lluvias pone en peligro también la montanera del ibérico, que, además de bellota, necesita de los hierbas otoñales», explican desde Asaja. La ganadería está ahora pendiente de los pastos de invierno, «después de muchos meses alimentándose a base de piensos y forrajes traídos de fuera de la explotación», añaden.
Si se confirma un cambio de tendencia meteorológica, en el caso de los cereales de invierno, las lluvias llegarían «todavía a tiempo», si bien, lamentan, las pérdidas sufridas por los cultivos de regadío a lo largo de 2022 «ya no tienen remedio». El campo andaluz mira al cielo y cruza los dedos, al tiempo que espera la prórroga del decreto de sequía en enero.
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