
Puente califal del siglo IX sobre el río Guadiato en Córdoba
El loable afán del Gobierno por reconstruir el puente de Talavera choca con su olvido de miles de monumentos
El celo por el puente talaverano (bienvenido sea) no se tiene, ni se ha tenido nunca, por ejemplo, por el Puente Califal sobre el río Guadiato, en Córdoba, del IX y completamente ruinoso
Los talaveranos y su Puente Viejo están de suerte. Y el patrimonio y toda España. La llamada del alcalde, José Julián Gregorio, a todas las administraciones ha surtido un efecto inmediato de comunión, consenso, concordia, efectividad y un sinfín de virtudes, al menos en lo que toca a algunos hechos, como el 2 % del Ministerio de Cultura, casi nunca visto entre esas mismas administraciones, y menos de distinto signo político.
Plausibles desvelos
Y están de suerte porque menos de 24 horas después no solo el Gobierno nacional y regional, sino también todas las formaciones políticas, como PP y Vox, anunciaban iniciativas y propuestas para devolver el puente a la ciudad como símbolo de la misma: unos plausibles desvelos casi sin precedentes y un afán que otros, muchos, monumentos en peligro de deterioro, o directamente en él, no han visto ni siquiera de lejos en comparación al Puente Viejo de Talavera.
Hispania Nostra, según reza su propia página web, «es una asociación sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública, que trabaja desde el año 1976 en la defensa, promoción y puesta en valor del patrimonio cultural y natural, al que considera como vector de desarrollo social y económico».
La asociación «lleva a cabo programas de vigilancia sobre patrimonio en peligro (...)» y «promueve la colaboración ciudadana entre instituciones públicas y privadas». Para ello cuenta con distintos programas, uno de los cuales es la llamada lista roja, «los elementos del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, con el objetivo de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración».
Lista roja y lista negra
Los elementos de la lista roja aún existen, pero hay otros, los de la lista negra, que se han perdido sin que ninguna administración, ni mucho menos todas, hayan mostrado un interés, ni siquiera tardío.
Un encomiable celo por el puente talaverano que no se tiene (las administraciones y los partidos políticos unidos, empezando por el Gobierno, que a través del Ministerio de Cultura va a dar una ayuda que nunca antes se había dado) con un sinfín, miles, de monumentos (incluso más valiosos que el talabricense) como, por ejemplo y al azar entre tantos, la Torre de los Vargas o Mirador de las Jerónimas, del XIV y sin protección de ninguna clase.
Miles de monumentos abandonados
Las tenerías de San Sebastián, del XII, ocultas entre la maleza, están abandonadas a su suerte y perdición. Otro es el Puente califal sobre el río Guadiato en Córdoba, del siglo IX. Destruido parcialmente (como el Puente Viejo de Talavera) en 1916, actualmente está en la absoluta ruina sin que ninguna administración, aunque sea de parte, se preocupe por él.
La lista es tan larga como parcial es el interés político desmedido, a la vista de tantos ejemplos en el otro lado, por el Puente Viejo (bienvenido sea, a pesar del sectarismo respecto a los demás). Un interés al que deja en evidencia la contundente lista roja de monumentos abandonados confeccionada con verdadero interés por Hispania Nostra.