cúpula
El diminuto pueblo de Ciudad Real al que llaman el «pequeño Vaticano de La Mancha»
La Basílica de san Pedro y su conjunto se reconocen en este enclave manchego próximo a Andalucía
Una iglesia, una plaza y un pórtico. Un pequeño «Vaticano» manchego más allá de sus elementos. Contemplarlo es afirmarlo. Una curiosidad y una comparación acertadas. San Carlos del Valle, en Ciudad Real, apenas tiene mil habitantes. Pero Carlos III lo incluyó en su Plan de Colonización de Sierra Morena.
Plaza e Iglesia barroca
El rey ilustrado quería aldeas bellas, con edificios singulares y de gran valor. Y lo consiguió. No es un capricho su nombre, sino tan (en pequeño) impresionante su visión como la de la Basílica de san Pedro y su conjunto.
Una de las fachadas de la Iglesia de san Carlos del Valle
Se reconoce en este enclave manchego próximo a Andalucía: la enorme Plaza Mayor (para un sitio tan pequeño), de más de cincuenta metros por más de veinte, que enmarca la Iglesia barroca del Cristo del Valle, del XVIII.
Su planta de cruz griega (la Basílica de san Pedro está ampliada a cruz latina, pero Miguel Ángel y Bramante la proyectaron de cruz griega) y su gran cúpula la asemejan sin esfuerzos a su «modelo».
Plaza Mayor de san Carlos del Valle
Sus «maneras» no son refinadas, sino más bien brutas. De ladrillo y no del exquisito mineral travertino de Tívoli. Cuatro fachadas (y distintas plazas) y cuatro torres. La plaza no es oval, sino rectangular (la del Vaticano también lo era hasta la construcción de Bernini) y tiene su propia columnata de orden toscano.
Bien de Interés Cultural
Como la basílica romana, el templo manchego se construyó sobre otro, la Ermita de Santa Elena. Bien de Interés Cultural desde 1993, a vista de pájaro se eleva (la cúpula con su aguja alcanza los cincuenta metros) de forma grandiosa sobre la llanura serrana y su localidad para hacer este «pequeño Vaticano» de La Mancha.
