Óscar Palomares, presidente de la Hermandad de Santa Ana en Carrascosa del Campo
El pueblo de Cuenca que celebra el centenario de la reconstrucción de su ermita gracias a los vecinos
Aunque data del siglo XVI, la ermita de Santa Ana de Carrascosa del Campo resurgió en 1926 gracias a la colaboración de los vecinos y el párroco
La localidad conquense de Carrascosa del Campo está inmersa en el año de conmemoración por el centenario de la reconstrucción de la ermita en honor a Santa Ana, templo que si bien data de primeros años del siglo XVI, vino a ser levantada de nuevo en 1926 gracias a la colaboración de los vecinos y a la batuta de don Francisco Rodríguez Priego, párroco de la época.
Para celebrarlo, desde la Hermandad de Santa Ana de Carrascosa del Campo se ha confeccionado un programa de actividades que arrancó el pasado mes de agosto y que contará, el próximo día 25 de abril, cuando por San Marcos la patrona dejará por unos meses su templo, con un acto central en el que se convocan a hermandades y cofradías de toda España que honran a la Santa para participar en la efeméride.
Tal y como relata Óscar Palomares, presidente de la Hermandad, Santa Ana es patrona de Carrascosa del Campo desde 1503, y es sin duda «el elemento aglutinador identitario del pueblo».
Con unas fiestas patronales fijadas en el mes de julio, sirve como faro que guía a «todos los carrascoseños emigrantes» que terminan volviendo al pueblo por unos días. «Carrascosa y Santa Ana están unidas de una manera muy íntima».
La patrona vio cómo se empezaba a construir su residencia en 1518 y en doscientos años fue declarada en ruinas, hasta que en 1926 arranca la reconstrucción gracias a los donativos de los vecinos. Un empuje solidario que tiene su reflejo en un antiguo documento donde los antepasados de las actuales vecinos dejaron constancia de su aportación. Los más viejos del lugar recuerdan el momento de la inauguración de la nueva ermita como «un día histórico».