El fuego se originó en los bajos ocupados de una antigua sucursal bancaria. Los Mossos d'Esquadra investigan las causas
Entrevista
Palacio, portavoz del sindicato de Mossos USPAC: «El jefe de Anticorrupción no quiso pasar por el aro y se lo han cargado»
Los relevos en la cúpula del cuerpo han provocado un profundo malestar: «Piensa mal y acertarás»
Los nuevos cambios en la cúpula de los Mossos han provocado un auténtico terremoto a nivel político, porque la oposición pide explicaciones al consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, pero también dentro del cuerpo policial. Entre los agentes ha molestado especialmente la destitución del que hasta ahora era el jefe Anticorrupción de la Policía Autonómica, Toni Rodríguez, que pasará a dirigir la comisaría de Rubí. Y algunos sindicatos, como USPAC, y su portavoz, Albert Palacio, lo consideran una «purga» en toda regla
–De entrada ¿qué valoración hace de esta renovación de la cúpula de los Mossos?
–Nosotros no tenemos mandos dentro de nuestro sindicato, pero sí nos molesta que se haya caído, otra vez, en la politización del cuerpo de Mossos d'Esquadra. Se llena la boca el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, y el secretario general de Interior, Oriol Amorós, de querernos apartar de la primera línea mediática, pero semana tras semana, no hacen más que liarla. La justificación que puede dar el consejero de que es la renovación modelo Mossos 2030, no tiene sentido, si estamos con equipamiento, formación y material en el 2000. Actualmente no sé qué modelo quieren promover. Sí nos ha sorprendido el cambio de destino de Toni Rodríguez y que haya pasado a una comisaría como Rubí. Creemos que es una purga hacia este intendente.
–Se puede entender que cuando hay un cambio de estas características se ponga en puestos claves a gente de confianza. Pero es que Rodríguez dirigía una división de Mossos, y ahora se encargará de una comisaría. Chocante es, como mínimo.
–Sí. Da toda a sensación de que no ha gustado las investigaciones que llevaba hacia ex miembros del Gobierno o miembros actuales del Parlament, y que no quisiera dar información sobre estas investigaciones. Son de estas cosas que dices: piensa mal y acertarás. No habrá querido pasar por el aro de algún partido inmerso en la investigación, y se lo han cargado. Más que dar esa sensación, la sensación es la que es y no pueden justificar este cambio. Es como si de aquí a tres años, al nuevo comisario jefe lo pusieran como jefe de la comisaría de Sant Adrià. No es justificable.
–Tienen que ver estos cambios con este pacto con la CUP que pide sobre todo la eliminación de determinadas unidades, como la BRIMO (antidisturbios). ¿Pero se ha ido más allá?
–Que la CUP no traga a la policía es sabido por todos. Y que se quieren cargar a la BRIMO, ARRO y hacer un modelo policial de flores y panderetas. Pero eso es inviable en el estado en el que vivimos y con el centro delincuencial que tenemos en Cataluña. Delincuencialmente estamos subiendo mucho. E irá a más. Y lo que hay que hacer es dar más material y formación a la Policía. Hay que luchar contra estos delitos y dejar a estos socios de Gobierno en la sombra que lo único que quieren es torpedear el trabajo de la Policía.
–Sí, pero hasta ahora ERC se aviene.
–Claro, necesita la poltrona. Es así de sencillo. Para poner un ejemplo. Dijeron que ya no se personarían en defensa de los Mossos, luego que sí, pero en el caso de hace tres semanas con el pistolero de Tarragona, en el que hay un mosso herido de bala, la Generalitat no se ha personado como acusación particular, cuando es un trabajador suyo. Con los encausados del 30 de enero, en el que hay agentes de la BRIMO, la Generalitat se ha retirado de la causa. Claro que se aviene con la CUP, por la poltrona. Nosotros les importamos un pimiento.
–¿Se han reunido con el nuevo comisario jefe?
–Aún no, está pendiente. Creo que es la próxima semana que nos reuniremos con la nueva prefectura. El jefe de los Mossos sí se ha reunido con el presidente del TSJC y le ha garantizado que no va a cambiar nada, le ha trasladado la lealtad de la Policía Autonómica con la judicatura. Pero es que una de las fotos que persiguen a Josep Maria Estela es aquella en la que aparece con un lazo amarillo.
Cada uno puede tener su ideología. Pero cuando nos ponemos el uniforme, se es policía y tienes un deber. La ideología tiene que quedar en un cajón. Pero tenemos que esperar a ver cómo están las cosas. Estaremos ojo avizor y denunciaremos si hace falta. No nos temblará el pulso.
–Nos comentaba que próximamente se reunirán con el comisario jefe. ¿Qué le piensan trasladar?
–Que creemos que se tiene que cuidar sobre todo a la base, la unidad de seguridad ciudadana, que está desamparada, dejada de la mano de Dios. Y se nos tiene que dotar de formación y de material. Las comisarías se caen a pedazos, están fatal; hay vehículos que se incendian solos, por lo tanto, hay que revisar la flota y sobre todo que no se olviden de que, aun estando en una cúpula policial, continúan siendo policías, aunque sean cargos de confianza. Y tienen que velar por sus trabajadores.
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