Fundado en 1910

11 de diciembre de 2023

Fachada de la Llotja de Mar de la Cámara de Comercio de Barcelona

Fachada de la Llotja de Mar de la Cámara de Comercio de BarcelonaFoto de archivo de Europa Press

El laberinto catalán

La Cámara de Comercio de Barcelona, cerca del colapso tras tres años de gestión independentista

El último pleno de la Cámara no se pudo celebrar por falta de quorum, la entidad cameral cerro el ejercicio con pérdidas de 0,5 millones de € y grandes empresas como Naturgy, Catalonia Hoteles y Abertis han abandonado el pleno

La Cámara de Comercio de Barcelona, una institución que hunde sus raíces en la Llotja de Mar, edificio que se remonta a la edad media, lugar que albergó la primera bolsa, el primer banco y donde pasaron sus horas de estudio genios como Picasso o Gaudí lleva tres años gobernada por independentistas y ha tocado fondo en su desprestigio hasta el punto que esta semana no ha podido celebrar su plenario por falta de quorum.
Tras las presidencias de Antoni Negre, fallecido esta semana, y Miquel Valls, personas de prestigio que habían proyectado a la Cámara dándole influencia económica y social la Cambra abordó en 2019 unas elecciones en las que la Asamblea Nacional Catalana, la organización independentista organizadora de las masivas movilizaciones del 11 de septiembre, creó una candidatura llamada Eines de País (Herramientas de país) que en palabras de la actual presidenta de la Cámara, Mónica Roca, tenía por objetivo «visibilizar que los empresarios catalanes son independentistas». La candidatura de la ANC respondía a la lógica política de Jordi Pujol reflejada en el programa 2000, aprobado a finales de los años 80 del Siglo XX que establecía que el nacionalismo debía ocupar todas las esferas de la sociedad catalana, fueran económicas, académicas, culturas o deportivas, para transitar hacia la autodeterminación.
Las elecciones las ganó la plataforma independentista con Joan Canadell, fundador de Petrolis Independents de Catalunya al frente. Una baja participación, del 4,1 % cuestionó la leyenda de la fortaleza de la burguesía y sociedad civil catalana que fue derrotada dado que Canadell se impuso a grandes nombres de dicha burguesía como Enric Crous, alma mater del Grupo Damm, o Carlos Tusquets, financiero y Presidente del Banco Mediolanum.
Canadell fue elegido con 36 votos de los 60 votos del plenario. Sus nobles adversarios solo conquistaron 4 asientos. El resto del plenario lo conforman 6 representantes de las organizaciones patronales, Foment y PIMEC, y 14 asientos denominados de plata porque se reservan para grandes empresas que desembolsan un mínimo de 75.000 para ocupar los otrora prestigiosos escaños camerales.
La elección no estuvo exenta de polémica por la falta de garantías en el voto telemático y en diciembre de 2021 una sentencia del juzgado contencioso administrativo número 5 de Barcelona anuló parcialmente las elecciones de mayo de 2019. La sentencia remarca que «se vulneró el derecho fundamental a la igualdad» en la elección de los 40 vocales que se eligen por votación de los sectores profesionales. La sentencia lanza una sombra de duda sobre la legitimidad de la victoria independentista, pero a día de hoy ni la presidencia de la Cámara ni la Generalitat, responsable de velar por la limpieza del proceso electoral, han tomado iniciativa alguna para repetir dicha votación.
Desde el principio del mandato la relación entre los independentistas y las empresas tradicionales fue difícil y el abandono de la presidencia por parte de Canadell para concurrir en las listas autonómicas de Junts X Cat, en febrero de 2021 no ha mejorado las cosas, de hecho tres de las firmas que ostentan sillas de plata: Naturgy, Abertis y Catalonia Hoteles han abandonado la Cámara para no ver comprometida su imagen en la deriva política radical de la misma. La actual presidenta de la Cámara, Mónica Roca, directiva de isardSAT, una empresa de tecnología espacial, declaro que «no tenia intención de substituirlos» lo cual es un reconocimiento implícito de la desconexión de la Cámara de la realidad económico–empresarial de Cataluña. Esta mala relación se constata en el hecho de que la Cámara insinuó en el momento de la fusión de CaixaBank y Bankia que podría impulsar el nacimiento de un nuevo banco con sede en Cataluña y llegó a consultar a sus socios sobre el interés de los mismos en impulsar dicha institución.
El equipo de la ANC ha utilizado la Cámara desde el primer instante para fines políticos y desde la página web de la misma se han realizado encuestas con preguntas falsas o capciosas del estilo: ¿Cuáles creéis que serían las consecuencias económicas para vuestra empresa en caso de una Cataluña con Estado propio integrado dentro de la Unión Europea?, o ¿Crees positivo para nuestra economía y el tejido empresarial que el acuerdo entre los gobiernos de España y Cataluña incluya un referéndum de autodeterminación?
Una de las paradojas de la Cámara de comercio de Barcelona y su instrumentalización para fomentar el independentismo es que su presidenta es a la vez Vicepresidenta segunda de la Cámara de España que preside el también catalán José Luis Bonet. De hecho la Cámara de Barcelona, aunque actualmente sea una herramienta política y no empresarial, depende financieramente de la Cámara de España que le transfiere anualmente 6,6 de los 24 millones de euros de presupuesto que gestiona. A pesar de este apoyo financiero la Cámara de Barcelona arrojó en el último ejercicio publicado pérdidas por valor de casi 0,5 millones de euros.
La Cámara ha tocado fondo la última semana en la cual no se pudo celebrar el pleno previsto por falta de quorum. Solo 25 de los 60 miembros del plenario, de los que cuatro ya se han desvinculado, acudieron a la reunión y la misma tuvo que suspenderse. Esta situación llevó a tener que aplazar acuerdos de importancia como el presupuesto de 2022.
Comentarios
tracking