Vista del interior de las Cuevas del Salnitre, en Montserrat

Vista del interior de las Cuevas del Salnitre, en MontserratCoves de Montserrat

Las cuevas del Salnitre de Collbató, el lugar donde murió Isak Andic, el dueño de Mango

Los Mossos investigan ahora su muerte como posible homicidio, y apuntan a uno de sus hijos como sospechoso

El empresario Isak Andic, fundador de Mango, perdió la vida en 2024 cuando se encontraba de excursión con su familia en la montaña de Montserrat.

Al parecer, al hombre, de 71 años, le falló el pie y se precipitó desde 150 metros de altura cuando estaban en un barranco cercano a las Cuevas del Salnitre, ubicadas en el municipio barcelonés de Collbató. Hoy ese punto del sendero se ha convertido también en lugar de memoria para quienes conocieron a Andic o admiraron su trayectoria.

Formaciones minerales en la cueva del Salnitre.

Formaciones minerales en la cueva del Salnitre.Getty Images

Formadas por rocas calcáreas hace más de 36 millones de años, son ricas en minerales de fosfato y, como su nombre indica, antiguamente albergaban minas de salitre, un nitrato que antiguamente se extraía allí para fabricar pólvora.

Las Cuevas del Salnitre son un tesoro fascinante que albergó en el Neolítico, los primeros asentamientos humanos, pero muchos años después también sirvieron de inspiración al propio Gaudí. Se dice que sus formas orgánicas y onduladas fueron la musa del arquitecto para obras como la Sagrada Familia.

Durante la Guerra Civil, las cuevas sirvieron de refugio para la población, que acudía a ellas para protegerse de los bombardeos que amenazaban la zona. Su profundidad y estructura interna proporcionaban un escondite naturalmente seguro. También circulaban historias de contrabando y armas ocultas, aunque algunas se convirtieron en parte de las leyendas locales que rodean este lugar.

Señal del camino a las Cuevas del Salnitre.

Señal del camino a las Cuevas del Salnitre.Getty Images

Las cuevas forman parte del Parque Natural de Montserrat, y por ellas se puede recorrer un recorrido de 800 metros y 500 escalones, según recoge la web de las cuevas. Se puede acceder a ellas desde un aparcamiento cercano, aunque hay que subir unas escaleras algo empinadas.

No es una ruta apta para todos los públicos, ya que requiere buena forma física, calzado adecuado y precaución. Aunque el esfuerzo tiene recompensa ya que se puede contemplar un paisaje que se transforma en un mar de agujas y riscos.

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